Por Felix Caraballo.
El 27 de septiembre de cada año, la República Dominicana celebra el Día Nacional de la Biblia, esto gracias a la ley 204-84, constituyendo una celebración especial en nuestro país en la cual distintas confesiones cristianas realizan marchas, caminatas, conferencias, concentraciones, operativos bíblicos, para conmemorar este día en septiembre.
La Biblia es una compilación de textos escritos en distintos idiomas dividida en dos partes: Antiguo y Nuevo testamento. Se considera el primer documento que se imprimió en la imprenta confeccionada por el alemán Juan Gutenberg hace 600 años.
La idea de la celebración corresponde al reverendo Álvaro Vicioso Santil, quien fuera pastor de la primera iglesia Evangélica Dominicana en San Pedro de Macorís, por los años 80, se desempeñó como encargado de la sede de la Sociedad Bíblica Dominicana, por 21 años, y a quien le surgió la idea de que se legislará para que cada 27 de septiembre se celebrará el Día Nacional de la Biblia. Gracias al esfuerzo de David Escoto Veloz (fallecido) quien desempeñó funciones públicas en calidad de congresista del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el cual sometió a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que declaró el 27 de septiembre de cada año como el Día Nacional de la Biblia, y aprobado para dar paso a la Ley 204-84.
La Biblia no es un simple libro que narra historias de Dios, ni un simple recuento de la historia del pueblo de Israel y de la vida de Jesús. Es la sabiduría personalizada, cual lámpara que alumbra el camino.
Es un verdadero manual de vida para que todos los seres humanos puedan alcanzar una existencia plena y feliz, y a la vez aprender a ser ciudadanos íntegros y honestos, a practicar el amor y la solidaridad, aprender a perdonar, a servir y a no cansarse de hacer el bien. Es en el sagrado libro, que encontramos la mejor fuente de enseñanza para una vida justa, próspera y feliz, sus enseñanzas constituyen la mejor forma de preparar a nuestros niños y jóvenes para tener una vida digna, decorosa y de bien; como brújula que nos guía en el camino de la vida.
Sus enseñanzas permitirán formar profesionales ciudadanos íntegros, honrados, que puedan seguir el ejemplo de Duarte, quien fundó la Nación teniendo a Dios como centro de sus acciones. Por eso el lema de “Dios, Patria y Libertad” debe tener un sentido histórico de recordación un día como hoy 27 de septiembre.
