Inicio EvidenCristianas 31 de octubre: Día Nacional de los Evangélicos y de la Reforma...

31 de octubre: Día Nacional de los Evangélicos y de la Reforma Protestante

PUBLICIDAD

Una fecha que une fe, educación y compromiso social en la República Dominicana

PUBLICIDAD

Por Obispo: Mauro A. Vargas

El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero, monje y profesor de teología, fijó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg sus noventa y cinco tesis, en las que denunciaba los abusos y la corrupción eclesiástica de su tiempo. Evento que cambió la historia de la fe cristiana y de la educación en Occidente generandole experanza a quienes la habian perdido.

Sin embargo, aquel acto sencillo desencadenó un movimiento que cambió para siempre el rumbo del cristianismo. La Reforma Protestante introdujo cinco principios que siguen siendo pilares de la fe evangélica: Sola Scriptura (la Biblia como única autoridad), Sola Fide (la fe como medio de justificación), Sola Gratia (la salvación por gracia), Solus Christus (Cristo como único mediador) y Soli Deo Gloria (toda la gloria sea para Dios).  Estos principios dieron origen a un movimiento que defendía el acceso libre a la Biblia y promovía la educación como medio para comprenderla. Lutero sostenía que “cada niño debía aprender a leer para conocer la Palabra de Dios”. Ese impulso pedagógico sentó las bases de los sistemas educativos modernos. La Reforma transformó la manera de pensar, educar y vivir la fe.

El mensaje reformador llegó siglos más tarde a América y echó raíces en República Dominicana. Durante el siglo XX, diferentes misiones protestantes establecieron escuelas, hospitales y proyectos sociales, fortaleciendo el tejido comunitario y educativo del país.

Reconociendo ese legado, el Congreso Nacional promulgó en 2009 la Ley 331-09, declarando el 31 de octubre como *Día Nacional de los Evangélicos*, en honor a su aporte a la moral, la educación y la formación ciudadana.

El impacto pedagógico de la Reforma sigue siendo uno de sus aportes más duraderos. Las iglesias evangélicas dominicanas mantienen viva esa tradición a través de instituciones como la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), los Seminarios e Institutos Biblicos Teológicos y numerosos colegios cristianos.

“El movimiento evangélico ha sido un aliado de la educación desde sus inicios”, explica el sociólogo José Manuel Castillo. “En muchos sectores, la iglesia es el primer espacio donde los niños aprenden a leer y donde los jóvenes encuentran sentido de propósito y responsabilidad”.  Estas instituciones promueven una enseñanza integral que combina conocimiento con valores éticos y espirituales, fomentando la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con su comunidad.

El impacto social del movimiento evangélico en República Dominicana es innegable. Con más del 20 % de la población identificada como evangélica, las iglesias se han convertido en espacios de apoyo, solidaridad y transformación.

A través de programas comunitarios, brigadas médicas, campañas contra la violencia y centros de rehabilitación, las congregaciones contribuyen a mejorar la calidad de vida en zonas vulnerables. La fe debe expresarse en obras y compromiso social que es un testimonio vivo del evangelio de Jesucristo.

A pesar de los logros, líderes religiosos y académicos coinciden en que la iglesia evangélica enfrenta nuevos retos. “El riesgo es convertir la Reforma en un simple recuerdo”, advierte uno de nuestros pastores. No podemos olvidar que la verdadera reforma es la que transforma corazones, comunidades y estructuras sociales.

Esa visión coincide con la idea original de Lutero: la fe debe estar acompañada por educación, justicia y responsabilidad social. En ese sentido, el 31 de octubre no es solo una conmemoración, sino una invitación a continuar reformando la sociedad desde los valores cristianos.

A más de cinco siglos del acto de Lutero en Wittenberg, el eco de su martillo sigue resonando en templos y aulas dominicanas. Cada año, la comunidad evangélica recuerda que la fe no se limita al culto, sino que se manifiesta en el servicio, la enseñanza y la solidaridad.

El 31 de octubre es más que una efeméride: es una cita con la historia y con el compromiso de mantener viva la llama de la Reforma, renovando la misión educativa y social que inspiró aquel movimiento que cambió el rumbo del mundo.

PUBLICIDAD