Inicio EvidenCristianas El valor del trabajo en el progreso de los pueblos

El valor del trabajo en el progreso de los pueblos

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Por José Daniel Martínez

6 Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
7 La cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor,
8 Prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?  –
Proverbios 6:6-9, Reina-Valera 1960

Trabajo, trabajar, trabajador, forman parte del desarrollo de las naciones, las comunidades y las personas como el yunque del progreso. En Génesis 2:15 dice: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.”

Un texto donde se valora la vocación del trabajo dice: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor… (Colosenses 3:23)” Si queremos superación en la economía, educación, ciencia, arte y en todas las áreas de la sociedad, es necesario trabajar duro. En Proverbios 14:23: “En toda labor hay fruto…”

El Trabajo Social/Servicio Social es una profesión que se inserta en el ámbito de las relaciones entre sujetos sociales y entre estos y el Estado en los distintos contextos sociohistóricos de actuación profesional. Desarrolla una praxis social y un conjunto de acciones de tipo socioeducativo que inciden en la reproducción material y social de la vida con una perspectiva de transformación social comprometida con la democracia y el enfrentamiento de las desigualdades sociales, fortaleciendo la autonomía, la participación y el ejercicio de la ciudadanía, en la defensa y conquista de los derechos humanos y de la justicia social.

Muchas veces los trabajadores sociales debemos explicar por qué tal o cual trabajo se encuentra, o no, en el marco de las competencias de nuestra profesión.

¿Por qué debemos salir a explicar lo que hacemos o lo que no hacemos?

Lo que hacen los trabajadores sociales lo puede hacer cualquiera… eso dicen… o lo piensan…

¿Por qué en muy pocas oportunidades somos considerados una voz “experta” en temas que nosotros consideramos son de nuestra competencia profesional?

Creo que debemos realizar un análisis “a conciencia” sobre esto que aparece cotidianamente en cada una de nuestras intervenciones o cada vez que alguien se refiere a la labor profesional que realizamos o debemos realizar.

Este análisis, que debe comprender factores externos y factores internos de la profesión y de los profesionales, se relaciona con la historia de la profesión, con la identidad que cada uno de nosotros se ha formado sobre el ejercicio profesional, con la identidad que proyectamos y con la identidad que “los otros” nos atribuyen.

Este trabajo que realizo hoy pretende ser el primero de una serie de tres (3) referidos a este tema; serie que debería culminar con propuestas de acción que nos ayuden a cada uno de los trabajadores sociales a adoptar una posición clara sobre la profesión y su ejercicio.

Liderazgo y trabajo

Proverbios 12:24 dice: “La mano de los diligentes señoreará; más la negligencia será tributaria.” La pereza empobrece a los pueblos. En Proverbios 10:4 precisa que: “La mano negligente empobrece…”

La falta de cultura laboral estanca el desarrollo. El esfuerzo comunitario transforma naciones. El ejemplo: el pueblo de Israel al construir el tabernáculo (Éxodo 36). Cuando todos aportan, el pueblo avanza. En el caso de Moisés, fue un líder fuera de serie que dedicó muchas horas al día al trabajo laborioso de tratar los asuntos de la nación como líder, legislador y juez.

El trabajo genera justicia social, porque permite compartir con los necesitados. Fomenta la equidad y reduce la dependencia. Un pueblo justo prospera. En Salmo 128:2 dice: “Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás…, por eso.” El progreso comienza con el trabajo justo de cada ciudadano.

El trabajo ético produce riqueza material y espiritual entre los pueblos, organizaciones y las personas. La ética es una rama de la filosofía que examina y reflexiona sobre los principios morales que rigen el comportamiento humano en la sociedad. Este campo del conocimiento se ocupa de discernir lo que es correcto e incorrecto, justo e injusto, y de establecer criterios para evaluar nuestras acciones y decisiones. Como disciplina intelectual, la ética busca proporcionar una base sólida y coherente para la toma de decisiones morales, fundamentada en normas universales que trascienden las diferencias culturales y temporales, permitiendo así el florecimiento de una convivencia armónica y respetuosa entre las personas. En este sentido, la ética en el trabajo es el conjunto de principios y valores que nos guían en nuestras interacciones y decisiones laborales.

Alguien dijo: La ética en el trabajo es el conjunto de principios y valores que nos guían en nuestras interacciones y decisiones laborales.

La ética protestante y el espíritu del capitalismo” es una de las obras más influyentes del sociólogo alemán Max Weber, publicada originalmente en 1905. A continuación, te doy un resumen claro y estructurado de este libro, útil tanto para estudio académico como para reflexión personal. El “espíritu del capitalismo”.

La “vocación” (Beruf). Lutero ya hablaba del trabajo como vocación dada por Dios.

El calvinismo radicalizó esta idea: el trabajo diligente era una forma de glorificar a Dios y confirmar la salvación. Esto llevó a una vida austera, donde se reinvertían las ganancias en lugar de gastarlas lujosamente. Consecuencia histórico-social: esta ética fomentó el desarrollo de una burguesía protestante trabajadora, racional y disciplinada. En países protestantes (como Inglaterra, Países Bajos y Alemania), esto ayudó al desarrollo del capitalismo moderno, en contraste con países católicos donde la espiritualidad era más contemplativa. La importancia de la ética protestante en Alemania y Europa se debe a que fue fundacional para la sociología de la religión y la sociología económica. Ha influido en pensadores como Karl Polanyi, Peter Berger y muchos otros. Actualmente, sigue siendo debatido: algunos critican su falta de datos económicos; otros defienden su valor como marco interpretativo. En fin, no dice que el protestantismo causó el capitalismo, sino que fue un factor cultural clave para la vida.

A medida que el capitalismo se desarrolló, se independizó de su base religiosa original.

El “espíritu” protestante sobrevive incluso sin creencias religiosas, como ética secular del trabajo.

¿Qué hacer cuando perdemos un trabajo o empleo que nos da cierta seguridad personal y familiar? Jeremías 29:10-14, Lucas 16:1-13. Ser mayordomos fieles, poniendo los talentos a producción para beneficio de la obra de Dios. Filipenses 4:10-13 nos da la respuesta de confianza plena en Dios: seguir buscando con vocación, responsabilidad y sin afán.

¿Qué hacer cuando iniciamos un trabajo nuevo? Proverbios 11:3-29: actuar con integridad y perseverancia. Romanos 12:3-11: tener una autoestima controlada. 1 Tesalonicenses 5:12-18: desarrollar el amor y la paz entre los hermanos. 2 Tesalonicenses 3:6-13: el trabajo secular y eclesiástico es un deber de cada creyente. Y 1 Pedro 4:7-11: todo lo que hacemos, incluyendo el trabajo, debe hacerse para la gloria de Dios y por vocación.

En fin, trabajar en lo secular y en la obra de Dios es nuestra responsabilidad diaria: mantener la familia, producir riquezas, desarrollar valores como mayordomos fieles e íntegros. Revaloricemos el trabajo con dignidad por ser la base del desarrollo de las personas y los pueblos. Porque el que no trabaja, en un NINI, tampoco coma. San Pablo, Jesús, José el gobernador en Egipto y Daniel, el profeta, fueron grandes ejemplos de trabajo tesonero con resultados evidentes.

Referencias

Acciona. (s.f.). Ética en el trabajo. https://people.acciona.com/es/tendencias-e-inspiracion/etica-trabajo/

Asociación de Asistentes Sociales del Uruguay. (s.f.). Definición regional del trabajo social. https://www.adasu.org/prod/1/487/Definicion.Regional.del.Trabajo.Social..pdf

Rovira, M. (2003). ¿Qué hacemos los trabajadores sociales? Revista Margen, (31). https://www.margen.org/suscri/margen31/trazar.html

Weber, M. (1905). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. [Edición consultada].

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