Inicio Nacionales EL COMPLOT DE LA CIA, la muerte de Trujillo y la manipulación...

EL COMPLOT DE LA CIA, la muerte de Trujillo y la manipulación histórica

PUBLICIDAD

Otto Mañón

Ah, la historia. Esa dama caprichosa que en manos de los poderosos se convierte en un panfleto, en una telenovela con héroes preseleccionados y villanos prefabricados. Pero de vez en cuando, los archivos desclasificados hacen lo suyo, destapan la olla y nos obligan a repensar las cosas.

Resulta que ahora, gracias a documentos desclasificados de la era Kennedy, se confirma lo que muchos sospechaban y otros susurraban en pasillos oscuros: que la CIA estuvo metida hasta el cuello en la eliminación de Rafael Leónidas Trujillo. ¡Oh, qué sorpresa! ¿Quién lo diría? Claro, porque hasta ahora nos vendieron la idea de un grupito de patriotas valientes que, con la bendición de la Providencia y un par de pistolas que quién sabe de dónde salieron, lograron abatir a uno de los dictadores más astutos y desconfiados de América Latina. Qué conmovedor. Pero la realidad es otra.

LA CIA Y SU AMOR POR LOS GOLPES DE ESTADO

Hablemos con claridad: la Agencia Central de Inteligencia no es precisamente un club de Boy Scouts. No tienen un historial de jugar limpio. Desde la Guerra Fría, han sido los titiriteros de la política internacional, moviendo gobiernos como fichas de ajedrez. En los años 50 y 60, cuando a EE.UU. le daba urticaria cualquier gobierno que oliera a comunismo, la CIA diseñó un manual muy sencillo: desestabilizar, empujar la crisis económica, fomentar el descontento, infiltrar agentes y finalmente, cuando todo estuviera a punto de caramelo, ayudar a que el dictador de turno tuviera un final, digamos, adelantado.

En el caso de Trujillo, su problema no fue ser un tirano –los gringos han tolerado dictadores peores sin problemas– sino que dejó de ser útil. El miedo era que su permanencia alimentara el fervor revolucionario que se estaba cocinando en la isla vecina, con Castro a la cabeza. Es decir, si dejaban que Trujillo siguiera, el pueblo dominicano lo iba a derrocar por su cuenta y el próximo líder bien podía ser un marxista. Y eso sí que no lo podían permitir.

LAS MANOS ENSANGRENTADAS QUE NUNCA SE INVESTIGARON

Uno de los grandes misterios de la muerte de Trujillo es el armamento utilizado. ¿Cómo llegaron esas armas al país? ¿Quién las facilitó? ¿Quién entrenó a los supuestos héroes del 30 de mayo? Según los documentos desclasificados, hubo un “contacto” en Santo Domingo, un ciudadano estadounidense que manejaba un supermercado muy conveniente para mover mercancías sin levantar sospechas. No es casualidad que ese “supermercado” cerrara después del ajusticiamiento.

También llama la atención otro detallito que ha sido barrido bajo la alfombra: la masacre de las hermanas Mirabal. Nos han dicho que fue obra directa de Trujillo, pero hay indicios de que la CIA pudo haber tenido sus manos en el asunto. ¿Por qué? Porque necesitaban un incidente que unificara el descontento nacional. Nada provoca más indignación que el asesinato de tres mujeres activistas en plena flor de la vida. Un escándalo como ese, bien orquestado, podía acelerar la caída del régimen y darle a EE.UU. la excusa perfecta para “intervenir”.

LOS QUE SE QUEDARON CON EL BOTÍN

Pero la historia no termina con Trujillo acribillado en una carretera oscura. Oh, no. El verdadero final es aún más interesante. Resulta que cuando Trujillo muere, las élites empresariales dominicanas –las mismas que se hicieron ricas bajo su sombra– se las ingeniaron para quedarse con el control del país. ¿Los Vicini? ¿Los Cabral? ¿Los Bonetti? ¿Los Bermúdez? No fueron víctimas del régimen. Fueron sus administradores y luego sus herederos. A Trujillo lo mataron, pero su fortuna no desapareció. Solo cambió de manos. ¿Y quiénes gobernaron después? Los mismos que se beneficiaron de la desaparición del dictador.

Balaguer, el protegido de Washington, hizo su parte del trato. Protegió a las familias que habían financiado la dictadura y a cambio, le permitieron gobernar. Y así, el pueblo dominicano pasó de una tiranía oficial a una oligarquía maquillada de democracia.

UNA REFLEXIÓN CRISTIANA: ¿QUIÉNES SON LOS VERDADEROS DUEÑOS DE LA HISTORIA?

La Biblia nos recuerda que la historia la escriben los vencedores, pero la verdad pertenece a Dios. Proverbios 12:19 dice: “El labio veraz permanecerá para siempre; mas la lengua mentirosa solo por un momento”. Durante décadas nos han contado una historia distorsionada, donde los verdaderos manipuladores se escondieron detrás de los discursos patrióticos.

Como cristianos, debemos preguntarnos: ¿Cuántas veces nos dejamos engañar por versiones oficiales que ocultan la verdad? ¿Cuántas veces aceptamos narrativas manipuladas sin cuestionarlas? Jesús nos enseñó a ser sabios como serpientes y sencillos como palomas (Mateo 10:16), lo que significa que debemos ser críticos, pero también humildes para aceptar cuando nos han mentido.

Si algo nos deja claro esta historia es que el poder terrenal es efímero. Trujillo creyó que era eterno, pero cayó. Los conspiradores pensaron que serían recordados como héroes, pero su legado sigue bajo sospecha. Y los que hoy gobiernan desde las sombras, algún día también verán sus nombres escritos en los documentos desclasificados de la historia. Porque no hay nada encubierto que no haya de descubrirse, ni oculto que no haya de saberse (Lucas 12:2).

Así que, estimado lector, pregúntese: ¿Está usted del lado de la verdad o simplemente del lado de la versión más conveniente? Y sobre todo, ¿está su alma lista para enfrentar la verdad última, la que no será desclasificada en esta tierra, sino en el tribunal celestial? Porque, al final del día, toda conspiración quedará al descubierto cuando Dios revele el expediente definitivo.

#POLICristianizando

Otto Mañón es pastor de Iglesia Casa de Bendición Inc., Marietta, GA, freelancer comunicador, miembro de la Coalición Dominicana de Atlanta, Georgia y ex editor de los medios hispanos de Pennsylvania Esperanza Comunitaria, Acento Hispano News y @tiempo news.

PUBLICIDAD