
Moisés O. Mañón-Rossi | Diáspora Dominicana
El colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido recientemente en Santo Domingo, no solo dejó un saldo trágico de más de 200 fallecidos y más de un centenar de huérfanos. También ha destapado, como pocas veces en la historia reciente de la República Dominicana, una serie de grietas institucionales, políticas, judiciales y mediáticas que parecen formar parte de un sistema de encubrimiento cuidadosamente estructurado.
Mientras las autoridades oficiales aún no han ofrecido un informe técnico definitivo sobre las causas del siniestro, tres voces independientes —el canal de investigación Kapulett, el periodista Eduardo Sánchez Tolentino (El Piro) del medio Somos Pueblo, y el investigador privado Ángel Martínez desde Tribuna TV Podcast— han comenzado a reconstruir un rompecabezas que va mucho más allá del colapso físico del techo: un entramado donde se cruzan la negligencia empresarial, la inacción institucional, la manipulación mediática, y los intereses de una élite económico-política blindada.
Las piezas de información y análisis que continúan saliendo a la luz no se limitan al hecho en sí, sino que apuntan hacia una red de complicidades, silencios comprados, informes ignorados, campañas de desinformación y posibles vínculos con figuras del narcotráfico y el poder económico. En este contexto, y con base en las declaraciones, documentos y denuncias presentadas públicamente por estas fuentes independientes, esta serie informativa busca recoger, documentar y presentar, con imparcialidad y respeto por los hechos, todo aquello que aún no ha querido ser explicado ni asumido por las autoridades responsables.
A medida que los testimonios, pruebas y revelaciones aumentan, también crece la indignación pública y la exigencia de justicia. Porque lo que se ha desplomado en el Jet Set no ha sido solo una estructura física: ha sido la fachada moral de un sistema que parece incapaz —o desinteresado— en defender la vida, la verdad y la equidad ante la ley.
Kapulett: Una estructura empresarial blindada y defensa cuestionada
El canal Kapulett, en una entrega titulada “Eduardo Estrella traicionado por Abinader”, denunció una serie de irregularidades en torno a la defensa legal de Antonio Espaillat, propietario del centro nocturno Jet Set, cuya infraestructura colapsó trágicamente en Santo Domingo. Según este medio, el abogado que representa actualmente a Espaillat, Jorge Luis Polanco, no es un defensor cualquiera, sino que fue, hasta hace poco, coordinador del equipo estatal encargado de recuperar los bienes sustraídos al Estado en casos de corrupción.
Kapulett presentó una cronología detallada que vincula este caso con una red empresarial y política de gran alcance, donde el nombre de Espaillat no sería un hecho aislado, sino una pieza más dentro de una estructura blindada de poder y protección institucional. Entre los puntos destacados:
• Jorge Luis Polanco, como coordinador del equipo estatal, habría liberado de expedientes a varios empresarios mediante acuerdos extrajudiciales.
• Se plantea que Antonio Espaillat está respaldado por grupos con conexiones al sector turístico, la familia Rainieri, la otrora USAID y figuras de alto nivel del actual gobierno.
• Además, se señala que, en el marco de la supuesta “recuperación de lo robado”, el Estado logró recuperar 550 millones de pesos, pero que los abogados cobraron más de 385 millones en honorarios profesionales, es decir, más del 70% del monto recuperado.
Kapulett concluye que Espaillat no está siendo simplemente defendido, sino estratégicamente blindado, y que este caso revela una dinámica profunda de impunidad compartida entre el poder económico y el aparato político, bajo el disfraz de justicia procesal.
Eduardo Sánchez Tolentino (El Piro): “La tragedia se quiere maquillar con bots”
El periodista y comunicador Eduardo Sánchez Tolentino, conocido como El Piro, denunció a través de su programa en Somos Pueblo TV la existencia de una operación sistemática de desinformación en redes sociales, dirigida —según sus investigaciones— a minimizar la magnitud de la tragedia ocurrida en el Jet Set y proteger la imagen del empresario Antonio Espaillat.
Según El Piro, una red de cuentas falsas (bots), muchas de ellas con localización en el extranjero o sin historial de publicaciones reales, estarían activamente difundiendo el discurso de que lo que colapsó en el Jet Set fue simplemente una estructura de yeso decorativo, y no el techo real del establecimiento. A juicio del comunicador, esta estrategia de comunicación buscaría minimizar el impacto del hecho, como si el material del colapso —yeso o concreto— hiciera diferencia frente a las consecuencias humanas de la tragedia.
Estas cuentas repiten frases casi idénticas, como si respondieran a un mismo libreto, con el fin de disminuir la percepción de responsabilidad empresarial y desviar la atención del clamor popular por justicia.
Entre los hallazgos presentados por el periodista destacan:
• Cuentas creadas recientemente, con nombres genéricos, sin publicaciones o con fotos falsas, muchas de ellas con rastros digitales que apuntan a países como Vietnam.
• Frases repetidas como “solo cayó el cielo raso” o “el techo estructural sigue intacto”, usadas para trivializar el impacto del colapso.
• La supuesta contratación de Miguel Moya, figura implicada en el caso Medusa, como asesor de crisis para el equipo de Espaillat.
• La ausencia total de acciones públicas del empresario, a quien acusa de no haber dado la cara, no visitar el lugar de los hechos, ni ofrecer condolencias a las víctimas ni a sus familias.
• La participación de medios y figuras públicas (bocinas) que, en vez de exigir responsabilidad, han trivializado los hechos y repetido la narrativa suavizada, supuestamente para proteger intereses empresariales de alto nivel.
Para El Piro, esta campaña no solo representa una ofensa a las víctimas, sino una muestra de cómo el poder económico y la maquinaria de comunicación pueden unirse para distorsionar la verdad, manipular el dolor ajeno y convertir una tragedia nacional en una simple “crisis de relaciones públicas.”
3. Ángel Martínez: “Se le vio el refajo a la justicia dominicana”
El investigador privado Ángel Martínez, desde su intervención en Tribuna TV Podcast, lanzó una de las denuncias más contundentes sobre el caso Jet Set, afirmando que el desplome del techo no fue solo un accidente, sino la evidencia más visible de una cadena de negligencias, encubrimientos y vínculos peligrosos entre el poder, el narcotráfico y el silencio institucional.
Entre las acusaciones y advertencias clave expresadas por Martínez destacan:
• Once denuncias formales previas sobre las condiciones estructurales del Jet Set habrían sido recibidas por la Procuraduría General y no procesadas. Martínez responsabiliza directamente a la procuradora Miriam Germán, a quien acusa de haber engavetado las alertas.
• El Ayuntamiento del Distrito Nacional, bajo la alcaldía de Carolina Mejía, habría recibido más de 30 informes de inspectores municipales que nunca desencadenaron acción alguna. Según Martínez, los inspectores recibían sobornos de entre 200 y 300 dólares por “reportes blancos”.
• Existieron informes de la Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos recomendando la demolición del lugar o su cierre preventivo. Estos habrían llegado incluso a manos del presidente Luis Abinader, quien habría ignorado las advertencias.
• Martínez reveló que existen 121 fotografías del presidente Abinader compartiendo con personas vinculadas al narcotráfico, lo que a su juicio explica el “velo de protección” mediática y judicial sobre figuras como Antonio Espaillat.
• Asegura que gran parte de la prensa dominicana tiene conexiones con redes del narcotráfico, incluyendo medios como Listín Diario, Periódico Hoy y Acento.com, razón por la cual —según él— no se difunden investigaciones profundas sobre este caso ni otros similares.
• Denunció el archivo del expediente contra Micky López, señalado como financiador del PRM y vinculado al tráfico de éxtasis. Martínez cuestiona el hecho de que su esposa haya sido condenada por lavado mientras él quedó libre, y anticipó que la DEA podría intervenir con extradiciones si el caso no se reabre.
• Citó un informe de la ONU y la DEA que indica la existencia de más de 40,000 puntos de venta de drogas en República Dominicana, muchos de ellos dentro de hoteles turísticos, lo cual —según Martínez— conecta directamente con el entorno donde se inserta el caso Jet Set.
• Finalmente, hizo una advertencia política: el caso Jet Set podría representar el punto de quiebre del gobierno de Abinader, anticipando una marcha el 24 de abril hacia el Palacio Nacional, convocada por sectores sociales y lo que denominó “la vieja orden”. Dicha movilización sería antesala de un paro nacional de cuatro días, que —según sus palabras— “puede derribar un gobierno”.
Martínez concluyó afirmando que la impunidad estructural en República Dominicana es tan severa, que ni siquiera las catástrofes con cientos de víctimas logran movilizar el aparato judicial… a menos que alguien importante pierda algo más que votos.
Postal que ha circulado en redes sociales
En medio de este ambiente de desinformación, se produjo además un hecho insólito: Rafael Rosario Mota, alias “Foster”, un hombre de 32 años, fue arrestado tras hacerse pasar por rescatista en la tragedia del Jet Set. Rosario Mota fue entrevistado en medios digitales, donde afirmó haber salvado al menos a 12 personas, incluyendo a la periodista Elianta Quintero. Posteriormente se descubrió que su relato era falso. Fue acusado de estafa, usurpación de funciones públicas y difamación, ya que incluso portaba documentos falsos que lo identificaban como miembro de la Policía Nacional. Su caso terminó con una fianza de 200,000 pesos dominicanos y la prohibición de salir del país.
El contraste entre su encarcelamiento y la libertad de otros actores con mayores responsabilidades, como Antonio Espaillat, ha generado fuerte debate en la opinión pública y redes sociales. La imagen compartida ampliamente en redes sociales resume la indignación popular con una comparación cruda:
A la izquierda, la foto de Rafael Rosario: “Preso por mentir y por hacerse pasar por héroe. (Pobre)”. A la derecha, la imagen de Antonio Espaillat, libre: “Suelto por mentir, pese a que por su negligencia murieron 231 personas, dejando 118 niños huérfanos. (Rico)”. Arriba, un letrero: “Justicia Charra de mi país: donde la ley no es ciega… solo prefiere a los que huelen a perfume caro.”
La frase ha sido compartida con el hashtag #JusticiaParaLasVíctimas y ha sido usada como símbolo del malestar social por el trato desigual ante la ley.
A medida que se profundizan las denuncias, las investigaciones independientes y el malestar social en torno al caso Jet Set, surgen cada vez más elementos que apuntan no solo a fallos estructurales físicos, sino a grietas sistémicas en la institucionalidad dominicana, especialmente en lo referente al acceso a la justicia, la transparencia estatal y la igualdad ante la ley.
Aunque las autoridades aún no han emitido una declaración integral que aborde las múltiples aristas reveladas —desde el posible encubrimiento judicial hasta las conexiones empresariales y mediáticas—, el clamor público por justicia, empatía y rendición de cuentas continúa creciendo. Y con él, la exigencia de que esta tragedia no se archive como una estadística más, sino que se convierta en un punto de inflexión en la defensa de la vida, la verdad y la dignidad ciudadana.
