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Informe sobre Bodas Colectivas y Bautismos Simultáneos en República Dominicana

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Observación de Nadia de Felipe, Directora Continental del Movimiento de Evangelismo Global con sede en Argentina, Noviembre 11, 2024

Bodas

Durante los últimos días de octubre y primeros días de noviembre, en República Dominicana, específicamente en la Ciudad de Azua, se vivió un evento cargado de amor, compromiso y fe, donde decenas de parejas (más de 200 en total, 75 de ellas con sus vestidos de novia), algunas unidas por décadas pero sin haber formalizado su relación ante Dios, celebraron finalmente su boda en ceremonias simultáneas.

Este acontecimiento no solo marcó un nuevo inicio para los esposos, sino que también fue un testimonio de restauración y cumplimiento de un sueño largamente esperado. El impacto sobre la sociedad es imposible de medir, pero fácil de ver ya que aun los medios de comunicación escritos ven el incremento en la legalización de las uniones de hecho, o matrimonios ante la ley y ante Dios.

En algunos casos, estas parejas han compartido sus vidas durante 50, 60 años e incluso más, sin haber tenido la necesidad de casarse formalmente. Este acto, lleno de gracia y bendición, reunió a familiares, amigos y hermanos de fe para ser testigos de un paso que algunos pensaron que nunca llegaría. Un paso que solo la transformación del encuentro personal con Jesús puede causar.

Fue conmovedor ver a mujeres mayores, quienes por primera vez experimentaron la dulzura de un beso en el altar, frente a su amado y ante el Señor. En sus rostros se reflejaba una mezcla de sorpresa, alegría y una emoción que parecía rejuvenecer sus almas, como si en ese instante recuperaran algo que la vida, las circunstancias o los tiempos nunca les permitieron vivir plenamente.

La emoción en la ciudad era palpable: el nerviosismo y la emoción llenaban el aire, cada uno consciente de que estaban cumpliendo un sueño postergado, una aspiración guardada en lo más profundo de sus corazones. Estos esposos, con cabellos que el tiempo ha cubierto de sabiduría, dieron un paso de fe que es, sin duda, un testimonio de amor, respeto y entrega.

Con cada palabra pronunciada en los votos, con cada mirada de complicidad y con cada bendición recibida, todos los presentes pudieron ser testigos de un profundo sentido de logro y gratitud. Para ellos, este acto no era solo un matrimonio, sino un compromiso eterno, un pacto de amor sellado ante Dios, un anhelo hecho realidad que ahora podrán celebrar y recordar con paz en el corazón.

Que estas bodas sean un recordatorio para todos de que nunca es tarde para cumplir los sueños más profundos, que el amor puede florecer en cualquier etapa de la vida, y que las metas que se cumplen en el tiempo perfecto de Dios son las más hermosas de todas.

Bautismos

En los últimos días fui testigo de una serie de bautismos simultáneos que reflejaron un espíritu de unidad profundo y conmovedor. Cada ocasión, aunque con características únicas, compartió el deseo de unir corazones bajo el amor y la fe en Cristo, demostrando que, a pesar de las diferencias, el objetivo era el mismo: hacer visible el Reino de Dios.

1.Bautismo realizado por un socio estratégico (Juventud Con Una Misión, JUCUM)
En esta celebración de bautismo, organizada por JUCUM, el ambiente de respeto y tolerancia fue impresionante. La diversidad de estilos y formas entre los pastores y ministros fue evidente, pero en ningún momento esto obstaculizó la ceremonia. Muy por el contrario, todos los presentes se sintieron unidos en un solo propósito, dando testimonio de la armonía en la diversidad. Fue un hermoso ejemplo de cómo Dios une diferentes perspectivas en un mismo Espíritu.

2.Bautismo organizado por una denominación (Iglesia de Dios)
La Iglesia de Dios realizó una jornada de bautismo con una atmósfera de expectación y gozo. Los pastores, entusiasmados y llenos de ánimo, se felicitaban mutuamente por los logros alcanzados en el ministerio, con una visión clara y una meta compartida de duplicar la cantidad de personas bautizadas para el año 2025. Fue un momento de celebración y motivación, con una firme convicción de que la obra de Dios seguirá creciendo con la misma intensidad y pasión.

3.Bautismo realizado por una ciudad entera (Azua)
En la ciudad de Azua, el bautismo tuvo lugar en pequeñas piscinas y con una colaboración extraordinaria. Hasta tres iglesias diferentes se unieron en el acto de bautizar, trabajando hombro a hombro, demostrando el amor fraternal al «ir la milla extra» en la unidad. La entrega de cada pastor, sirviendo con humildad y respeto a cada creyente, mostró cómo la colaboración puede trascender las barreras y hacer que la obra de Dios avance en unidad. Fue un ejemplo palpable de la oración de Jesús: “Que todos sean uno.”

4.Bautismo realizado por la comunidad haitiana.
La comunidad haitiana, en su propia ceremonia, brindó un momento especial y solemne. Aunque no comprendí las palabras de la canción que cantaban en su idioma, pude sentir cómo esas letras generaban un ambiente de entrega total al Señor. La devoción y la entrega de esta comunidad, cada voz elevándose al unísono, crearon una atmósfera de profunda reverencia. Fue un recordatorio poderoso del amor a Dios que traspasa idiomas y culturas.

La canción decía: Jesús yo te prometí que te voy a seguir hasta el fin. Quédate cerca de mí, Maestro y amigo mío. No tengo miedo a lo que me pueda pasar, porque tú estás conmigo. No me voy a perder en el camino, porque tú caminarás conmigo.

Cada uno de estos bautismos fue una muestra de que el cuerpo de Cristo es uno solo y que, a pesar de nuestras diferencias de idioma, cultura o tradición, estamos todos llamados a ser uno en Él. Estos momentos de bautismo simultáneo fueron un reflejo del espíritu de unidad que el Señor desea ver en su pueblo.