Inicio Opinión ACEPTATE COMO ERES / Vuestro Mejor Atavío Sea el interno

ACEPTATE COMO ERES / Vuestro Mejor Atavío Sea el interno

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Por. Ruth Elizabeth Reyes (Rutheli.reyes@gmail.com)

Cómo es un hombre o una mujer hermoso/a? Una mujer o un hombre hermoso/a no tiene nada que ver con su físico. Cuantas veces no vemos personas físicamente bellas, pero al ver sus actitudes te dan la impresión de ser alguien horrible? La belleza no tiene que ver con algo físico unicamente, y con pesar les digo, que cada día mas me doy cuenta, que este mundo nos quiere decir lo contrario, pero la realidad no es como se mira, es como es. Y es que la belleza está precisamente en aquello que no se puede ver, en aquellas cosas que nos pueden parecer en extremo sencillas.

Esa belleza te hará ver bella o bello por fuera, sin necesidad de esfuerzo alguno, porque nos amamos como somos, nos aceptamos y reflejamos esa seguridad, no me refiero a que no nos cuidemos cuando menciono el hecho de que sera sin esfuerzo, sino mas bien, a que no tendremos que hacer nada extraordinario para que nuestra luz brille, como te sientas, como te mires a ti mismo/a hará que los demás te admiren y te aprecien de manera natural.

En ese momento comprendes que eres Edición Especial, que no hay… no existe otro ser igual a ti exactamente, ni física, ni intelectual, ni emocionalmente. Es muy triste ver personas, tanto hombres como mujeres, que mueren o quedan mutilados a diario por buscar cambiarse o ponerse mas «bonitos», por sentirse menos a causa de su apariencia, cuando el motivo real de lo que sienten, es interno, entonces descubren, que luego no les gusta otra cosa, y otra, y otra, porque la necesidad y el vacio que sienten simplemente va mas allá de lo físico, y como tal, no puede ser lleno ni satisfecho de la manera en que lo hacen.

Cuando busques la plenitud de estar conforme y amarte como Dios te  hizo, te sentirás feliz, y nada de lo que digan te quitará esa paz, porque sabrás que no hay otro como tu, eres Edición Especial, y nadie puede ser tu, nadie puede ocupar tu lugar, porque sabrás que fuiste creado único, con un propósito maravilloso por un Dios maravilloso.