
Este hecho refleja que los dominicanos reconocemos en la Biblia no solo el libro más leído e influyente de la historia, sino también un símbolo espiritual y cultural que ha acompañado el devenir de la nación. La conmemoración, enmarcada dentro del Mes de la Biblia, invita a la reflexión sobre la importancia de este texto sagrado y reúne cada año a autoridades del gobierno junto a líderes de distintas iglesias cristianas.


Origen de la celebración
El impulso para establecer este día se remonta a los años 80, cuando el reverendo Álvaro Vicioso Santil, pastor de la Primera Iglesia Evangélica Dominicana en San Pedro de Macorís y encargado de la Sociedad Bíblica Dominicana por 21 años, concibió la idea de crear una fecha nacional dedicada a la Biblia.
Vicioso Santil llevó la propuesta al Congreso Nacional, aunque inicialmente no fue aprobada. Fue entonces cuando compartió la iniciativa con el diputado David Escotto Veloz, también miembro de la Primera Iglesia Evangélica Dominicana en San Pedro de Macorís. El legislador presentó la moción en una sesión y esta fue acogida sin objeciones, siendo respaldada por todos los congresistas presentes.
Así nació la Ley 204-84, que establece oficialmente el Día Nacional de la Biblia, convirtiendo a la República Dominicana en el único país del mundo que ha legislado en torno a esta celebración.
Un legado que trasciende
El reverendo Vicioso Santil, además de esta gestión histórica, fue fundador del Colegio Evangélico Limardo, ubicado en la explanada de la Primera Iglesia Evangélica Dominicana.
De esta manera, el Día Nacional de la Biblia tiene sus raíces en San Pedro de Macorís, gracias a la visión de dos miembros de esa congregación, y hoy se celebra en todo el territorio nacional como un recordatorio de la centralidad de la Palabra de Dios en la vida dominicana.
“Este día nos recuerda que la Biblia ha sido y seguirá siendo fuente de inspiración, guía espiritual y valor cultural para el pueblo dominicano».
