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El letargo de un pueblo: Entre el conformismo y la violencia estructural en República Dominicana

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Por: Fidel Lorenzo

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En pleno siglo XXI, millones de Dominicanos aún viven sin acceso digno a servicios básicos como agua potable, electricidad estable, educación de calidad y salud accesible. Lo más alarmante no es solo la precariedad material, sino el grado de resignación con que gran parte del pueblo ha aprendido a convivir con estas carencias.

¿Cómo es posible que se haya silenciado la conciencia colecFva ante una violencia
estructural que, aunque no siempre visible, golpea a diario? ¿Qué mecanismos modernos han contribuido a este letargo? Y lo más importante: ¿cómo despertar?
No se trata de un pueblo perezoso ni apáFco. Pero lo que hoy se vive es el resultado de décadas de abandono estatal, clientelismo políFco y una cultura de sobrevivencia que ha desplazado la lucha por derechos hacia la resignación diaria.

El conformismo no es natural: es aprendido, inducido y reforzado por un sistema que premia el silencio y casFga la críFca.

Mecanismos que callan conciencias:
• Educación para la obediencia, no para el pensamiento críFco.
• Medios alineados al poder, que desinforman y distraen.
• Religión despoliFzada que enseña aguante, no jusFcia.
• Recompensas individuales que debilitan la organización colecFva.

En la era de redes sociales, memes virales y escándalos vacíos, el pueblo está entretenido pero no informado, conectado pero no movilizado. La distracción se ha vuelto estrategia de control social.

¿Cómo despertar del letargo?
1. Educar para liberar.
2. Reorganizar lo comunitario.
3. Recuperar la acción colecFva.
4. Tejer redes de solidaridad.
5. DesmiFficar el poder

República Dominicana no necesita más promesas vacías, sino un pueblo consciente de sus derechos, que transforme la queja en organización, y la resignación en resistencia.

• Callar frente a la injusFcia no es paz. Es complicidad.
• El letargo es reversible. Pero requiere coraje.
• Y ese coraje, aunque dormido, sigue latente en el corazón del pueblo.
Comparte este arTculo si crees que ya es hora de despertar.

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