Inicio EvidenCristianas Los jardines del Edén y de Getsemaní / Telésforo Isaac

Los jardines del Edén y de Getsemaní / Telésforo Isaac

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En las Sagradas Escrituras, hay menciones de dos huertos o jardines: El paraíso del Edén (Genesis 2: 5-14) y el jardín de Getsemaní (Mateo 26: 36-56). El huerto o jardín del Edén es paraíso terrenal creado por Dios para que fuera habilitada por su primera creación humana. En verdad, es símil de un lugar o condición que, el hombre debió cultivar y cuidar; no obstante, hubo una orden y condición impuesta por el Creador: “se puede comer los frutos de todos los árboles, menos del árbol del bien y el mal”; esto hace creer que la narrativa del huerto o jardín del Edén es una figura retórica, usada en el libro de Genesis, presentado como esfera donde existe la sabiduría y el entendimiento; y que el Ser Supremo, celosamente mantiene el privilegio del dominio de este singular árbol.

El huerto de Edén, es connotación de una zona, situación, ambiente o posición; un estado o espacio ideal de belleza y gozo de la existencia y de la vida; pero, los primeros seres desobedecieron la orden del Creador, y el Señor los expulsó de ese misterioso lugar, y los envió al mundo; donde hay dolor, sufrimiento, y arduo trabajo durante toda la vida hasta morir, hasta la vuelta a la tierra de dónde provino el ser humano. En las profecías, el Edén es considerado como un espacio, situación, ambiente o posición; una zona ideal de belleza y gozo de la existencia y de la buena vida que se perdió en el principio de la creación.  

Para algunas religiones rabínicas, (cristianismo, judaísmo e islam), el Edén es remanso de los justos, el cielo, donde se inmortalizan las almas tras la muerte física; y en el epílogo de Apocalipsis se menciona que el Edén será restaurado, y habrá paz y seguridad.

Getsemaní es el huerto, jardín, donde Jesús oró (Genesis 26: 1) después de la Ultima Cena; el lugar donde Judas traicionó y entregó a su Maestro a los judíos, (Matero 26: 47-51) para ser enjuiciado, condenado y martirizado en la cruz del Calvario. Este sector mencionado en la Biblia adquiere un significado especial debido a los eventos que allí ocurrieron. El nombre Getsemaní quiere decir “prensa de aceite), lo cual significa la intensidad y la presión que Jesús experimentó en el momento crucial de su vida; fue angustioso, afligido e intenso que sudó gotas como sangre. (Lucas 22:44). Al explorar la profundidad que significa esta angustiosa fase, este jardín se convierte en un símbolo de reflexión, entrega total, y dolorosa encrucijada de tomar decisión supra normar que comprende el destino del camino, vida y destino final de la humanidad. Es allí como en el jardín de Getsemaní donde se prueba la verdadera estatura de una persona; es allí donde la cima de la vida espiritual, la fidelidad, y la consagración de definen, como fue resuelto con Jesús Nazareno; es allí y en esa hora cuando se determina el presente, el sentido, el derrotero de la vida mortal, y la culminación en la esperada inmortalidad en la presencia de la gloria de Dios.

Toda persona, y en particular los seguidores de Jesucristo, están llamado a posar  en tiempo y espacio en el jardín de Getsemaní para pensar, orar, reflexionar, mitigar, confesar,  y consolidar la fe, reconocer la verdad y recomponer la vida para alcanzar la cima de la plenitud espiritual. dígase pues: “Enséñame, oh, Señor, el camino de tus estatutos. Y lo guardaré hasta el fin. (Salmo 119:33)