
Maguá Moquete Paredes (maguamoqueteparedes@gmail.com)
Instituto Duartiano (ID) tiene la misión, visión y objetivo integral de exponer al pueblo dominicano y a otras naciones, la historia de Juan Pablo Duarte y Díez, e impulsar los conocimientos, ideales, laboriosidad, honestidad acrisolada y su vida ejemplar. Igualmente, las convicciones de los trinitarios y los próceres de la Restauración de la Independencia Nacional, para la edificación moral y cívica del pueblo dominicano para su mejor formación.
Estas luminarias históricas, pensamientos y sacrificios de Duarte y Díez están lacrados en cada discípulo de la presente y futura generación dominicana para seguir construyendo una mejor Patria con base a la eticidad y la responsabilidad ciudadana.
El honorable presidente, Wilson S. Gómez Ramírez, del Instituto Duartiano (ID), en la conmemoración del natalicio el 26 de enero de 1813. En estos 212 años esta memorable entidad ha desarrollado una serie de eventos solemnes para enaltecimiento e ideario de nuestro libertador.
La nación dominicana marcada por la historia. Exhibe hoy con denodado orgullo la bandera tricolor que simboliza a la Patria libre y soberana que concibió y por la que luchó Juan Pablo Duarte y Díez, Padre de la nacionalidad.
Duarte y Díez, había concebido y fundado el movimiento La Trinitaria, una de las entidades redentoras de mayor relieve de América que hizo posible la proclamación de la República Dominicana.
El proyecto independista, el instrumento, para llevar a efecto e integró en él a lo más puro de la juventud, diseñó la estrategia de alianzas internas y externas de promoción y divulgación de las ideas de la fundación de un Estado libre e independiente.
En este interregno histórico en el que se produjo la epopeya dominicanista y andén hacia la libertad. La fundación de nuestro pueblo es la generación presente para seguir valorando la magnitud y trascendencia de la gloriosa obra Duartiana, que es justicia para definirse como única en América.
Sobran las razones para que el orgullo patrio se desborde hoy y siempre como gratitud y admiración que el gentilicio nacional rinde a Juan Pablo Duarte y Díez en su excelsa condición de Padre de la Patria y por su gran legado a la dominicanidad, honradez, ingenio, valor y sacrificio.
Los dominicanos día con día renovamos el compromiso e ideario y obra del prócer, en especial su de que Quisqueya vive: ¡Salve, Padre de la Patria! En 1864 Duarte y Díez volvió de sorpresa y luchó en contra de los intrusos para lograr la anhelada independencia nacional.
En esta fecha, 212 años del aniversario del natalicio del Padre de la Patria, los hijos e hijas de esta tierra de primicias están compelidos a mantener en el más alto pedestal el lienzo libertario dominicano como inequívoca luz del legado Duartiano que jamás perecerá.
Duarte y Díez, ante las nuevas generaciones, es el auténtico forjador de la nacionalidad dominicana, quien a los 25 años fundó la Sociedad Secreta La Trinitaria, ente político que abrió el gran proyecto independentista nacional. La nación nació adosada por la propia cultura, geografía territorial, tradiciones, idioma y génesis histórica, tal como lo concibió el pro hombre libertario.
A los 181 años del trabucazo en la Puerta de la Misericordia, todavía se cierne sobre la Patria el peligro de fuerzas internas y externas que impulsan el desbordamiento migratorio desde la parte oeste de la frontera para retroceder la historia. Metrópolis imperiales están en la infame intención de que nuestro pueblo descuide la custodia de la nacionalidad y la soberanía, sin entender que la ciudadanía jura cumplir permanente el mandato republicano y Duartiano.
Los textos educativos deben seguir promoviendo intensamente, la vida, pensamientos y obras del ideólogo de la independencia Patria. Orgullo de su gentilicio de dominicanidad en el nacimiento que viva la emoción de Dios, Patria y Libertad en la gloria eterna del ideal Duartiano, porque la Patria es primero.
Dominicana es el país de Dios, con vasto horizonte donde se puede vivir en paz. Hoy, conmemoramos el natalicio de prócer y llevamos su nombre, el ejemplo que nos dejó para defender y honrar a nuestra tierra.
El lema triádico dominicano e independentista. Dios, Patria y Libertad, es el producto de La Trinitaria del 1838, del 16 julio. Un embrión que marcó el 27 de febrero del 1844.
El día 15 marzo hace arribo y recibe un apoteósico recibimiento. El arzobispo Tomás de Portes e Infante, de Santo Domingo, Primado de Indias. Vicario general de la arquidiócesis desde 1830, desde 1848 hasta su ida a los Cielos en 1858. Segundo arzobispo y el cuarto obispo en ser dominicano en la historia de la iglesia católica. Dijo estas palabras: ¡Salve, Padre de la Patria!
El trabucazo en la Puerta del Conde la noche del 27 de febrero del 1844. Con ello, se proclamó la independencia nacional.
Juan Pablo Duarte y Díez, ideólogo fecundo, con virtudes y realizaciones que lo hacen, sin lugar a dudas, la personalidad más señera de nuestra historia. Como político, como hombre público y privado, su conducta es casi impoluta, no registrándose, en toda nuestra historia, ningún otro hecho para establecer parangón en ese afecto de libertad y soberanía nacional.
Maguá Moquete Paredes, Miembro Correspondiente Instituto Duartiano (ID).