Inicio EvidenCristianas ¡Te haré inquebrantable como el diamante, inconmovible como la roca!

¡Te haré inquebrantable como el diamante, inconmovible como la roca!

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ANA PATRICIA FALLAS

Ezequiel 3:9 Es un versículo poderoso, que nos recuerda la fortaleza y la confianza que podemos encontrar en Dios. A veces enfrentamos en nuestras vidas desafíos y situaciones difíciles, pero debemos permanecer firmes y confiando en que Dios está con nosotros.

En este versículo Dios nos ofrece una valiosa enseñanza que podemos aplicar a nuestras vidas:

  1. Nos fortalece en la adversidad: Dios compara la frente de Ezequiel con un diamante, más duro que el pedernal. Esta es la fortaleza y la resistencia que Dios nos da para afrontar los problemas en nuestras vidas. Diariamente nos estamos enfrentando a desafíos y oposiciones, pero recordemos, que Dios es nuestra fortaleza y él nos prepara para superar cualquier obstáculo en el camino.
  2. Confianza en la misión que nos encomendó: fuimos llamados a ser luz en medio de la oscuridad y llevar la palabra de Dios a todas las naciones. En el camino encontraremos diversas dificultades, pero Dios dice que no temamos porque él está con nosotros.

Cuando tenemos una misión o propósito en la vida, podemos confiar en que Dios nos da la valentía necesaria para cumplirla y nos forma para ser inquebrantables.

  1. Persistentes en la fe: Aunque la casa de Israel era rebelde, Ezequiel debía seguir proclamando el mensaje de Dios. Nosotros también debemos perseverar en nuestra fe y seguir compartiendo la verdad de Dios, incluso cuando enfrentamos resistencia, debemos ser persistentes e inconmovibles como la roca.

Romanos 8:28 dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.»

Esto quiere decir, que todas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios y están llamados según su propósito. Esto implica que incluso las dificultades y los desafíos que enfrentamos cada día, no pueden detener el plan de Dios para aquellos que le aman. Porque la voluntad de Dios es «INDETENIBLE».

En conclusión, debemos confiar en la fuerza que Dios nos da, para cumplir nuestra misión con coraje y persistir en la fe a pesar de las dificultades. En otras palabras, nada ni nadie puede oponerse al plan divino de Dios, su voluntad y propósito se llevarán a cabo sin importar las circunstancias o los obstáculos que puedan surgir en el camino.