
Por: Erika Oviedo (Periodista/Locutora)
En la era digital, los medios de comunicación tradicionales y las plataformas en línea han experimentado una transformación radical. Uno de los aspectos más preocupantes de esta evolución es la normalización del lenguaje soez y la violencia, tanto en el contenido generado por los medios como en las interacciones entre los usuarios. Este fenómeno no solo refleja cambios en la cultura y las normas sociales, sino que también tiene implicaciones profundas para la convivencia social y la salud mental.
Se ha demostrado que una variedad de factores contribuye al comportamiento agresivo. En la adolescencia influyen la familia, los compañeros, la escuela y la personalidad.
En las últimas décadas, la presencia de la vulgaridad en los medios de comunicación ha aumentado de manera significativa. Este fenómeno no solo se limita a las películas y series de televisión, sino que también se extiende a la música, los videojuegos, las redes sociales y, en algunos casos, hasta los programas de noticias. La normalización de estos elementos plantea serias preocupaciones sobre su impacto en la sociedad, especialmente entre los jóvenes.
El lenguaje Soez: De la marginalidad a la cotidianidad
El uso de lenguaje soez en los medios de comunicación y las plataformas digitales ha pasado de ser un tabú a una práctica cada vez más común. En las redes sociales, es frecuente encontrar insultos en los comentarios y publicaciones. En la búsqueda incesante por lograr la viralidad de sus contenidos, los programas de televisión y de medios digitales, también han incrementado el uso de expresiones ofensivas, presentándolas como una forma de realismo, y autenticidad.
Este cambio tiene varios efectos. Por un lado, desensibiliza a la audiencia, especialmente a los jóvenes, quienes pueden interpretar el uso de lenguaje vulgar como aceptable en cualquier contexto. Por otro lado, contribuye a una atmósfera de agresividad y falta de respeto en las interacciones cotidianas. Esta normalización de este tipo de lenguaje puede erosionar los estándares de cortesía y civilidad, fundamentales para una convivencia armoniosa.
La violencia en los medios: De la representación a la glorificación
Otro elemento que ha ganado protagonismo en los medios y plataformas digitales es la violencia, tanto física como verbal. Las noticias, por ejemplo, a menudo destacan incidentes violentos de manera sensacionalista, atrayendo la atención del público con imágenes impactantes y detalles gráficos. Las series y películas no se quedan atrás, presentando escenas explícitas que, en muchos casos, se glorifican o se utilizan como principal atractivo. También vemos como en algunas plataformas, a través de sus invitados, exaltan la promiscuidad, el lenguaje obsceno, uso de narcóticos, la vulgaridad y el ganar dinero a como dé lugar en detrimento de la satisfacción producto del esfuerzo y el trabajo honesto.
En las redes sociales, la violencia se manifiesta no solo a través de contenido explícito, sino también en la forma de ciberacoso, discursos de odio y amenazas. Los algoritmos de estas plataformas, diseñados para maximizar el tiempo de usuario, tienden a promover contenido polémico y emocionalmente cargado.
Impacto en la salud mental y social
No hay que ser experto en la salud mental para deducir que el constante bombardeo de lenguaje soez y violencia tiene un impacto significativo en la salud mental de los individuos, pues es evidente. La exposición prolongada a este tipo de contenido puede generar estrés, ansiedad y una visión distorsionada de la realidad. En los jóvenes, cuyos cerebros aún están en desarrollo, los efectos pueden ser particularmente severos, afectando su comportamiento, desarrollo emocional y relaciones interpersonales.
A nivel social, la normalización de la violencia y el lenguaje ofensivo contribuye a un clima de polarización y conflicto. La falta de empatía y el incremento de la hostilidad en las interacciones digitales pueden trasladarse a la vida real, debilitando los lazos comunitarios y fomentando una cultura de desconfianza y agresividad.
Hacia una comunicación responsable
Abordar este problema requiere un enfoque multifacético. Los medios de comunicación y las plataformas digitales tienen una responsabilidad clave en la moderación de contenido y la promoción de normas de conducta que fomenten el respeto y la empatía. Esto incluye la implementación de políticas claras contra el uso de este tipo de lenguaje, así como la promoción de contenido positivo y educativo.
La educación también juega un papel crucial y el seno familiar es responsable de esto. Enseñar a los jóvenes sobre el impacto del lenguaje, tanto en línea como fuera de ella, puede ayudar a desarrollar una cultura de respeto y tolerancia. Programas de alfabetización mediática pueden equipar a los usuarios con las habilidades necesarias para navegar de manera crítica y responsable en el ecosistema digital.
En conclusión, la normalización tanto de la violencia como de lenguaje inadecuado en los medios y plataformas digitales es una alarma, un reflejo de cambios culturales y sociales profundos que requiere atención urgente. Sin embargo, al reconocer estos problemas y trabajar activamente para promover una comunicación más respetuosa y empática, podemos mitigar sus efectos negativos y construir una sociedad más saludable y cohesionada.
La sociedad debe reflexionar sobre los efectos a largo plazo de esta tendencia y considerar medidas para contrarrestarla. Esto podría incluir una mayor regulación del contenido, iniciativas educativas que enseñen a los jóvenes a ser consumidores críticos de medios y una responsabilidad social por parte de los creadores de contenido.