Santo Domingo, RD.- La decisión del Gobierno Dominicano de dar su voto a favor en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que el pueblo Palestino sea reconocido como un “Estado Independiente” y miembro de pleno derecho de la ONU, ha concitado el rechazo de la “Comunidad Cristiana Evangélica (Protestante) de la República Dominicana”.
Aunque no todos los líderes cristianos/evangélicos del país “han mandado a votar en contra” del presidente Abinader por esa decisión, sí han rechazado la misma y se han unido a otros líderes, pastores y evangelistas de fama mundial, como el dominicano Juan Carlos Harrigan, quien pastorea una “Mega Iglesia” en Kentucky, Estados Unidos, declarando que supuestamente dicha decisión podría acarrear “Maldiciones” (Catástrofe), para el país en lo adelante; que según dicen sufriría toda la nación, aunque la decisión ha sido solamente del Presidente Luis Abinader.
El reconocido pastor Ezequiel Molina Rosario, líder de la Iglesia Mahanaim y del Ministerio “La Batalla de la Fe”, que los 1ero de Enero de cada año realiza una “Concentración Evangélica Nacional”, en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte (uno de los más grande del país), que reúne a más de 60 mil feligreses de todas las denominaciones cristiana de la nación, se indignó a tal punto por la referida decisión del gobierno dominicano, que colgó en las Redes un mensaje “llamando a votar en contra del gobierno” y declarando catástrofes (maldiciones) en el futuro para el país por dicha decisión.
A Molina le siguió el Líder del Concilio Iglesia de Dios RD, Obispo Juan Tiburcio Pérez, uno de los grandes concilios evangélicos del país con más de mil iglesias en todo el territorio, quien también llamó a “Votar en Contra” del gobierno por dicha decisión; alegando ambos que la misma también es “un rechazo al pueblo de Israel”; ya que según dicen, apoyar a Palestina sería también apoyar “El Terrorismo Mundial”, representando en la Franja de Gaza por el Grupo Terrorista Palestino Hamás, que afirman son “enemigos jurados” de Israel (El Pueblo de Dios, según La Biblia), y prueba de ello fue el atentado del pasado 07 de octubre del año pasado, que cobró la vida de decenas de israelitas alegaron.
A diferencia de los dos 1eros, el presidente del Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (CODUE), reverendo Feliciano Lacen, del Consejo Nacional de Confraternidades de Pastores Evangélicos (CONACOPE) pastor Adolfo Mateo y del colectivo “PASTORES UNIDOS POR AMOR A ISRAEL”, pastor Manuel Valera (Many), aunque condenan y rechazan la decisión del gobierno dominicano, “No llamaron a Votar en Contra”, pero sí hicieron público su rechazo a dicha decisión y el pastor Valera fue más allá, tras encabezar una “Marcha/Concentración” el pasado 14 de mayo, frente al edificio de Down Town Center, en la capital, sede de la ONU en el país, para pedir “la reconsideración” de dicho voto, que contó con el apoyo de los pastores Ezequiel Molina, Braulio Portes y otros connotados líderes evangélicos.
Lacen de CODUE, Mateo de CONACOPE y Valera de Pastores Unidos Por Amor a Israel, pidieron también la “Marcha Atrás” de dicho voto, por parte del país y No sumarse a los 142 países miembros de la ONU que ese día dieron su voto a favor de la instauración y reconocimiento del Estado de Palestina, y contrario a ellos, sumarse a los 25 países miembros del referido organismo multilateral que rechazaron con su voto dicha decisión, alegando motivos parecidos a los enarbolado por la Comunidad Cristiana del país.
Esta decisión del presidente Luis Abinader, que aspira a la reelección en las elecciones del próximo domingo 19 de mayo, y a quien la mayoría de las encuestas reconocidas del país dan como “seguro” ganador, sigue concitando el rechazo de la Comunidad Cristiana/Protestante de la nación; la que según encuestas e investigaciones de organismos No Gubernamentales, sitúa en más de dos (2) millones de feligreses en todo el país; lo que muchos suponen sería una “afrenta grave” en tiempos de elecciones para el mandatario, no tratar de solucionar dicho impasse con la comunidad cristiana/evangélica y reducir por ello, el caudal de votos que le aseguran las encuestas, para alcanzar su reelección.
