Por: Peniel Ramirez
(Premio Nacional de la Juventud 1999)
Las personas son personas. No son eso a lo que se dedican o lo que parecen; no son lo que han llegado a ser. Son personas.
Para los que leen un poco más…
Había flores con las que jugábamos hasta donde se nos perdía la mirada. ¿Era un jardín? Luego hubo plátanos y caña. ¿Era un huerto?
Vinieron maquinarias pesadas y raras, una tarde; al otro día, el ronquido de humo negro apareció primero que el canto de los gallos y que el sol; movieron la tierra y dejaron todo plano. ¿Era un “pley”?
Extendieron la pared del cementerio y ya no podíamos pasar. Lo que era nuestro jardín se había convertido en casitas cuadradas y blancas a donde ponían a la gente que venía muerta y acompañada de mucha gente, pero que luego no venía nadie. Luego crecimos.
Hay personas esclavizadas; raptadas de sus hogares, puestas en un barco y vendidas a empresas colonizadoras. ¿Eran esclavos? Llegaron a serlo.
Hay personas enriquecidas; ex sirvientes de un dictador déspota. Cuando se largó la familia del tirano, quedaron con tanto oro ajeno -no recuperable- que hoy siguen, sus nietos, vendiendo. (Visto con mis ojos) ¿Son ricos?
Hay familias y situaciones esquizofrenizantes; que enloquecen. El cerebro es máquina plástica para la mente; Se moldea, se puede cambiar, lavar, ennegrecer. ¿Era loca esa mujer? No. Solo necesitaba hacer una llamada.
Eres una persona buena y perfecta. Has llegado a hacer lo qué haces y creer lo que crees por la cultura, por tu casa y ambiente. Puedes ser lo que deseas ser.
Alguien debe hacerse cargo de decirnos a todos que podemos ser lo que debemos ser y proteger esa trayectoria. Deberían ser los padres para los hijos. Debería ser la familia para los padres. Debería ser el estado para las familias. (Pensando en esos que creemos que tenemos “estado” y que va a funcionar en los próximos 50 años… Si creo que tenemos poco de eso y que a eso que llamamos estado, es solo una cosa para amasar, coger, sacar, exprimir, recolectar, minar para algunos, lo que es de todos).
Mientras todos, ocupados en el día a día para comer, dormir; despertar de nuevo para comer y dormir.
El tema es la identidad.
El valor de las personas debe estar por encima de lo que saben, tienen o parecen y hay que hablarlo más despacio, en algún otro momento.
¿Qué tal si miramos a la persona y no solo al adjetivo? Por ejemplo:
Loco. Es una persona enferma.
Ladrón. Es una perdona de quien tenemos evidencia que ha robado.
Maestro. Es una persona que enseña.
Policía. Es una persona que protege y asiste a la justicia.
Drogadicto. Es una persona atrapada.
Ministro. Es una persona que sirve.
Amante. Es una persona que alimenta y protege.
Era la tierra, que fue jardín y luego huerto y luego cementerio. Era la tierra. seguirá siendo por mucho tiempo y nosotros creyéndonos cosas. Tengan buen día.
