HIGUEY, R.D.- La Confraternidad de Pastores de Higuey y la Asociación de Iglesias Pentecostales de Jesucristo, repudiaron el trato vejatorio del cual fue objeto el pastor Ruddy Hidalgo, mientras se materializaba el desalojo de su iglesia por asuntos legales que involucran al dueño del local donde se reunían.
Mediante una rueda de prensa la cual contó con la presencia de pastores y líderes evangélicos de las provincias del Este, así como también procedentes de Santo Domingo, fueron leídos dos documentos, en los cuales expresan su condena al atropello que la Policía Nacional y el Ministerio Público, perpetraron contra un hombre honorable como el pastor Ruddy Hidalgo.
“Fue improcedente e innecesario, el acto provocado por dichas autoridades, tras el apresamiento injusto del pastor Hidalgo”, expresó el Apóstol Reynaldo Franco Aquino.
Dijo además, que habla por unos veinte mil pastores con iglesias en todo el territorio nacional, los cuales también se sienten indignados, por lo cual reiteró que la justicia debe realizarse bajo la premisa de integridad, no de violencia ni violaciones a los derechos humanos.
Afirmó que es un mal precedente que debe ser rechazado por todas las fuerzas vivas de la nación, precedente que lo han puesto en marcha organismo del Estado que están para velar por los derechos de los ciudadanos.
Mientras que el documento de la Confraternidad de pastores de Higuey, la cual preside el propio Ruddy Hidalgo, el cual fue leído por Leopoldo Muñoz secretario de esta confraternidad, expresaron su malestar al presidente Luis Abinader, a la procuradora Miriam Germán, al director de la Policía Nacional, al ministro de Interior y Policía Jesús Vásquez Martínez, y a las autoridades civiles y militares de la Provincia La Altagracia, por la manera vil, agresiva y lacerante con la cual fue tratado el pastor Hidalgo, el cual incluso, fue esposado por el solo hecho de exigir que le sea mostrada la orden de desalojo en contra de la iglesia que el pastorea, dejándole saber que al recibirla se iría del lugar con sus miembros.
Denuncian que dicho pedido no fue escuchado y que por el contrario, las autoridades actuantes procedieron a irrespetarlo, al colmo de utilizar gas pimienta para él y demás miembros de su iglesia presentes al momento del desalojo
“La iglesia evangélica pasó de ser un grupito de hermanos en una equina, a ser un gran número de miles y miles de creyentes que estamos pendientes de todos los asuntos de la sociedad, por lo cual reiteramos nuestro llamado al presidente Abinader a los fines de que se haga una investigación exhaustiva sobre este caso en específico”, concluyen.
