Por Bienvenida González
Psicología Clínica –Terapia Familiar Sistémica. Ma.
Una expresión montada en una canción bellísima y con años acumulados de corte popular; que posiblemente generaría preguntas en quienes la escuchan.
¿Cómo es posible colocar la opción de amar a un opuesto como la muerte? Ahora bien, si pensamos y vivenciamos el amor como un sinónimo de la vida; entonces sí, cabe esta colocación.
“Amar o morir, el amor es el alma de todos
Amar o morir, hay de aquel, que en la vida está solo,
Sin que nadie, respire con él, amar o morir
No existe otro modo.
Cuánto se ha hablado y escrito sobre el amor, los poetas intentan lo, los novelistas pautan sus dramas sobre el mismo, las personas al enamorarse se inspiran de manera creativa y expresan de varias maneras al ser amado su sentir.
Es posible el amor y desamor; en este sentido la Palabra de Dios nos plantea que aquella persona que no ama, entonces no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. ¡El amor es la esencia distintiva de Dios! Dios se ha revelado a la humanidad por amor y en amor, de ahí su profundo interés y dispensación de su amor derramado en nuestros corazones: amamos por lo que Él es y por lo que somos criaturas suyas.
José Baldeón Valdivia (2020), en su libro La Belleza de Amar, escribe una afirmación que te puede resultar familiar: “No hay necesidad más grande y vital para todo ser humano que amar y ser amado. Así como no puede vivir sin respirar oxigeno ni dejar de comer alimentos físicos, tampoco puede vivir sin el oxígeno y el alimento nutricional del amor; así como sin aquellos ,
enferma y puede morir, así también sin amor inevitablemente enfermará o morirá psicológica y hasta físicamente”.
¡Amar o morir, no existe otro modo en la existencia humana!
El Arte de Amar de Erich Fromm, un libro que enfoca la capacidad de amar como un arte, una capacidad pasible de ser desarrolla a partir del propio yo.
En este enfoque Fromm coincide en uno de sus aspectos con Baldeón Valdivia y por supuesto con la esencia de Dios. Si bien es cierto que se ha planteado desde diferentes miradas sobre la reciprocidad en la expresión y vivencias del
amor, el real compromiso existencial es Amar o morir.
Pudiéramos encontrarnos y de hecho es así, con posiciones determinativas de amar a quien me ama. ¿Conoces de esto? Ahora bien, el Señor Jesús, desmonta esta manera de pensar y actuar: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que les maldicen, haced el bien a los les aborrecen y orad por
quienes les ultrajan y persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos…”
¿Y es fácil realizar este mandato de Jesús? ¿Qué opinas sobre esto? Lo más viable podría ser, montarse en el vehículo de la comodidad y amar a quienes nos aman, pero:
¡¡Amar o morir, el amor es el alma de todo!! Elijamos qué hacer.
