Inicio EvidenCristianas No Vemos las cosas como son; sino como somos nosotros

No Vemos las cosas como son; sino como somos nosotros

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El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.  Pero, si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. (Mt 6, 22).

Todos los seres humanos tenemos reacciones ante situaciones y acontecimientos y en todos nosotros, éstas son distintas. Esto es debido a que dichas reacciones proceden desde nuestra percepción.

Por esto se produce una visión errónea de que lo queestamos viendo es lo real.

Para entender el concepto vamos a ver, que puede haber una interpretación diferente entre la tuya y la de otro, sobre una misma situación; digamos que esto sucede porque el cerebro emocional responde antes que el racional.

Cuando describimos lo que vemos, realmente nos estamos describiendo a nosotros mismos, a nuestros concepto y paradigmas y a nuestras propias percepciones. Cuando otras personas difieren de nosotros, inmediatamente pensamos que es el otro el que está mal y equivocado.

“Porque cada persona ve las cosas de un modo distinto, pues cada una mira a través del cristal de su experiencia”.

vemos las cosas bajo la perspectiva de las personas que somos, más no como realmente son, es decir, que nuestra percepción de las cosas está influenciada por cómo nos comportamos, nuestros principios y valores y no como son en realidad.

Así que Nuestra percepción es una muestra de nuestras creencias que están muy escondidas en nuestro subconsciente, y de esta forma, se inicia un proceso cuando comenzamos a cambiarla, en la medida en que nos hagan o no, daño a lo largo de nuestra vida.

La biblia nos habla de que Dios le había dicho a Moisés: “saca a mi pueblo de la esclavitud, yo le voy a endurecer el corazón a Faraón, para que aprendas que en medio de la peor persecución yo te voy a bendecir”.

 Porque ellos dijeron: “no nos lo merecemos” no entraron, tenían una percepción muy equivocada de las intenciones de Dios y su mentalidad seguía siendo de esclavos; pero sus hijos, los de esa generación que murió en el desierto, Dios les dio otra oportunidad y entraron a la tierra prometida.

La opinión de lo que yo veo, siempre va depender de la opinión que yo tengo de Dios.

Otra historia de la biblia que nos muestra nuestra errónea percepción la vemos en 1 Samuel 20:24-26

24 David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó la nueva luna, se sentó el rey a comer pan. 25 y el rey se sentó en su silla, como solía, en el asiento junto a la pared, y Jonatán se levantó, y se sentó Abner al lado de Saúl, y el lugar de David quedó vacío.

26 Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, y no está limpio; de seguro no está purificado.

¿Aquí podemos notar claramente como lo primero que Saul pensó es que David no estaba limpio o sea impuro, y él? (Saul)

¿Se veía a si mismo? ¿Se percibía realmente como él era?

“somos malos y así vemos en las otras cosas malas” …

En cambio, Dios mira el carácter o la naturaleza propia del ser humano y aquí, miremos la evaluación que hace de él.

Romanos 3:10-18 dice: «Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. ¡Esa es la percepción de Dios sobre el hombre!

Bueno, no hay mejor descripción y más precisa del carácter o la naturaleza propia del ser humano. Por eso es que Romanos 3:23 concluye diciendo lo siguiente: «por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios»

Cada uno de nosotros debe entender que nuestra manera de interpretar las situaciones, las personas y las conductas propias y de otros proviene de lo que somos, de lo más profundo de nuestro ser, de nuestra esencia, es de ahí de lo que estamos construidos.

Jesús decía en: Lucas 11, 33-36:  La lámpara de tu cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está luminoso; pero cuando está malo, también tu cuerpo está a oscuras.

Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad.

Querría decir Jesús ¿: ¿No vemos lo que son los otros, sino lo que proyectamos en ellos, con nuestra luz manchada, con nuestro ojo mentiroso?

” Pues el “ojo es lámpara de tu cuerpo” es sinónimo de corazón como conducta del hombre.

Si, pues, tu cuerpo está enteramente luminoso, no teniendo parte alguna oscura, estará tan enteramente luminoso, que iluminará a los demás como cuando la lámpara te ilumina con su fulgor.

Así que algunos, en vez de mirar con ojo limpio a los demás, parece que no saben más que acusarse unos a otros, manchándoles con su mirada turbia de, envidia ira, o menosprecio.

El tema de esta parábola es que limpiemos nuestros ojos para ver con claridad, vernos a nosotros mismos, o a los demás en amor y diálogo, no por imposición de otros, Nosotros alumbramos y embellecemos las cosas al mirarlas, pero también podemos deformarlas engañando a otros, y engañándonos a nosotros mismos, como decía Jesús.

pero en vez de ver las cosas para ayudarnos unos a otros,son con más frecuencia las acusaciones de unos contra otros, las que prevalecen. Parece que no importa el bien de todos, sino el mal de los adversarios. Pero en muchos casos la mirada es juicio y juicio malo…

vemos el presente con los lentes del pasado, y ni siquiera con nuestros propios lentes, sino con los que hemos heredados, que además ya están viejos, empañados, dañados y no nos dejan ver ni nuestra propia realidad, ni como ellos la veían tampoco.

De acuerdo a la palabra Somos seres de luz, creados por Dios, por su Amor, y por la Bondad de Dios, para brillar en la oscuridad. y si dejamos de mirar las cosas de arriba y perdemos dicha conexión espiritual, damos paso a las penumbras de nuestro ser, de nuestro pasado, oscureciendo la realidad, obnubilando nuestro juicio y nuestro propio camino y perdiendo la esperanza en una vida mejor, en cristo, y de un mundo mejor como seria nuestro deseo y el del creador.

¿Entonces como cambiar nuestra forma de ver las cosas?

La verdadera pregunta entonces es: ¿cómo está mi alma? ¿Está enferma, está dañada por eventos que no he superado ni sanado del pasado? ¿Está sucia o limpia, está llena de gozo o tiene amargura? ¡Esto es muy importante tenerlo bien claro!, porque de lo que exista ahí entonces saldrá la forma en que vemos las cosas y de eso se compone lo que somos. Un pozo con agua contaminada o amarga no puede dar agua dulce, limpia y sana.

por esto muchas veces deberíamos preguntarnos: ¿Lo que yo interpreto de los otros o de lo que hacen o es correcto? ¿Es real la forma en que yo veo la vida? verdaderamente que muchas veces no podemos confiar de nuestras propias perspectivas, porque puede ser que esté contaminada.

Si estamos heridos y amargados vamos a ver las acciones de los demás solo como ataques que nos quieren dañar, dificultando así que la relación crezca, si somos personas difíciles, leeremos las conductas de los demás con el objetivo de criticarles en todo, pues para el difícil todos los demás hacen las cosas mal solo él las hace bien. La relación es un espejo en el cual usted puede verse, no como usted desearía ser, sino como usted es en realidad.

Para cambiar esa forma poco sana de ver e interpretar las cosas es importante restaurarnos, sanar, reinventarnos, transformarnos, dejar morir filosofías que no edifican y a nuestro ego, así como el construir cosas nuevas que hace tiempo debimos haber construido para mejorar la vida y así ser más felices.

Si cambias la opinión que tienes de Dios, todo lo que veas va a cambiar, por eso Dios se revela de distintas maneras.

¿Cómo percibes tu opinión de Dios hoy? El modo en que vemos las cosas es la fuente del modo en que pensamos y del modo en que actuamos. 

Un abrazo Dios te bendiga

 

Lic. C. Julia Capellán

PSICOLOGA CLINICA