Inicio Opinión ¿Cosa de mujeres? / Tomás Rubio

¿Cosa de mujeres? / Tomás Rubio

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A veces he comenzado un taller dirigido a madres y padres o a maestros y maestras; preguntando si en la convocatoria se había prohibido la entrada de varones. Siempre me responden que no. Lo que sucede es, salvo contadas excepciones, que sencillamente no asisten.

Podríamos ilustrar esto con estadísticas. Pero no creo que sea necesario. Desde hace tiempo hay más maestras que maestros y en las casas, y sobre todo si algún miembro de la familia tiene algún diagnóstico de discapacidad, la educación pareciera que es cosa de las mujeres.

En el centro donde trabajo, y también sucede en Di Capacidad, son casi siempre mujeres las que acompañan a los niños y niñas. Y, por lo tanto, las que están más implicadas en el desarrollo de las terapias. Obviamente hay también hombres. Son una minoría y realmente comprometidos. Y a veces, cuando hay momentos de sinceramiento, surgen de estos varones preguntas como… ¿Mi hijo se casará?, ¿Mi hijo podrá trabajar?, etc.

Lo que estamos escribiendo no es una investigación sino un artículo de impresiones y reflexiones a partir del contacto con las familias. También es un artículo de preguntas como… ¿Cuánto de diferentes son las inquietudes que se hacen las madres y los padres sobre los hijos y las hojas con alguna discapacidad? Creemos que sería un buen punto de partida para un trabajo de investigación.

Lo que a nosotros nos toca es recordar a los hombres que también tienen un compromiso con la educación de los hijos. Y no solo con el futuro sino con el más necesario presente. Y como los hay que sí ejercen este compromiso, cualquier razón para no hacerlo es, de entrada, discutible.

¿Que no sé cómo hacerlo? Pues aprenda. Hay en internet información de sobra. Solo le recordamos que antes se asesore de páginas serias y fiables. Y claro, converse con quienes tienen experiencia, que no siempre son terapeutas ni tienen estudios oficiales específicamente relacionados con la materia, pero todas saben y a veces más que los expertos. Nos referimos a todas esas madres que llenan las salas de espera de los centros de rehabilitación.

¿Que no tengo tiempo? Bien, casi nadie lo tiene, pero hay quienes lo inventan. Además, unos minutos diarios son muchos a final de mes. Si de lo que se trata, por ejemplo, es de leer con un niño, basta leerles o inventar un breve cuento antes de dormir. Si tiene que ver con el aseo, métase en el baño con el niño y muéstrele cómo lo hace usted. Como ven, no se trata de buscar tiempo donde supuestamente no lo hay sino de compartir juntos el tiempo.

Porque hay algo importante. Y es que la visión del mundo que tienen los niños y niñas con alguna discapacidad es única. Y es una oportunidad vivir cerca de esos niños, no para cambiar esa visión sino para acompañarles y trasmitirles, con nuestro apoyo, que tienen algo muy importante que aportar al mundo.

Equipo Di Capacidad (Santo Domingo). Di Capacidad es un espacio inclusivo de arte y educación humanista. 809 434 1111