Samuel Reyes (samuelreyes7@hotmail.com)
¿Está muriendo el concepto de héroe? La canción “Mrs. Robinson” de Simon y Garfunkel de la película de cine “El graduado” hace una pregunta interesante: “¿A dónde te has ido Joe Dimaggio?” Cada generación tiene sus propios héroes. Joe Dimaggio es un héroe legendario del beisbol con récords considerados irrompibles. Esta canción quería decir ciertamente que los héroes son efímeros y mortales.
A la víspera de la celebración de los 178 años de nuestra Independencia si en la República Dominicana hiciéramos una encuesta inquiriendo el parecer del dominicano común sobre nuestros ciudadanos heroicos, la lista podría ser controversial y hasta alarmante si los que votaran fueran algunos de esos nuestros compatriotas despistados que son encuestados por programas de humor para sondear sus conocimientos sobre la Historia Patria. Nuestros iconos de héroes patrios, incluyendo al padre de la patria Juan Pablo Duarte, palidece en el olvido de la mente de muchos dominicanos de este siglo.
Hasta hay quienes se preguntan si esta generación tiene sus héroes porque en realidad muchos siguen héroes falsos y plagados de antivalores. Y aunque nuestra juventud tiene héroes virtuosos es una incógnita saber cuántos los imitan.
Resultaría muy estimulante que los héroes dominicanos de hoy fueran dignos de admiración y no los prefabricados buscadores inescrupulosos de likes y ratings, los que no tienen miramientos para seducir a la juventud a la degeneración moral porque son adictos a la fama, el hedonismo y la fortuna a costa del pudor. Entre estos se cuentan productores de radio y televisión, influencers, políticos corruptos y cantantes de música urbana y otros géneros.
Un héroe puede ser un ejemplo en lo físico, mental, social y espiritual. Es aquel que puede ser imitado más allá de sus hazañas. Es el que vive un balance sano de las áreas de su vida, que se comporta como todos los demás en la mayor parte del tiempo pero que las circunstancias y la dramática necesidad de sus semejantes lo impulsan a jugar un rol protagónico benigno en la sociedad.
El mejor ejemplo de héroe es Jesucristo quien sin la fanfarria de los medios de comunicación y las redes sociales, sin la ayuda de las campañas publicitarias, se acercó a la gente, amándolos como eran, ayudando a los necesitados y dándole al mundo una nueva forma de vida centrada en el amor y el cuidado integral del ser humano. Cristo se entregó totalmente a sí mismo y murió por toda la humanidad. Tal vez nunca esté en los primeros lugares de la lista de héroes de la gente contemporánea pero su influencia, amor y presencia ha cambiado la historia universal. A hombres y mujeres, a ricos y pobres, Cristo ha significado un punto de inflexión radicalmente positivo en sus vidas y más que un héroe, es el Salvador del mundo.
