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Alarma Devocional Despertando Águilas

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Voz del cielo: (marcos 1.11)

Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

Aguila, No hay mayor satisfacción para un hijo que ser afirmado por su padre. Cuando la voz del cielo se escuchó sobre Jesús se establecieron varios principios:

  1. Dios tenía un hijo entre nosotros. Alguien semejante a él, la imagen visible del Dios invisible. Lo que nunca antes había sucedido.
  2. Dios mostro complacencia con los hombres, no fue un ángel o un profeta sino Dios mismo se expresó de Jesús como aquel el cual él se sentía orgulloso.

¡Aquí hay algo poderoso! Aunque Dios se siente así con Jesús porque entrando al mundo dijo: estoy para hacer su voluntad (hebreo 10.7)

También Hebreo 11.16 declara que por los antiguos no estar apegados a nada terrenal Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos.

Pero espera, Jesús dice hebreo 2.11 que no se avergüenza de llamarnos hermanos. Por creer en su sacrificio nos hizo hijo y coheredero juntos con él; por tanto, la voz del cielo no solo es para Jesús, también es para ti y para mí.

Hoy en día hay águilas que están dormidas porque nunca fueron afirmadas por sus padres cuando intentaron realizar su primer vuelo. Sin embargo, Dios ha proveído padres espirituales, pastores o lideres religiosos que te pueden afirmar como hijo y así podrás lograr tomar tu vuelo y remontarte a las alturas.

Eres hijo, no eres un bastardo. Tienes identidad, perteneces a un linaje sagrado, solo puedes creer y recibes tu reconciliación como hijo, ya no más andar errantes como que no eres nadie. Dios no te juzgara al regresar, el esta esperando para hacer fiesta y anunciarles a todos que tu eres su hijo.

Le pido a Dios en oración que con cuerdas de amor te hable al oído y te diga: eres mi hijo.

Shalom

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