Lluvia de bendición (Ezequiel34.26)
pastor Eddy Arismendy
Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.
Aguila, la naturaleza es asombrosa en su balance, pero por todos es sabido que los excesos son malos, muchas lluvias producen inundaciones, mucho calor produce daños respiratorios, y deshidratación; mientras que mucho frío produce problemas respiratorios, cardiacos, y cerebrales. Todas estas temporadas producen muertes, pérdidas irreparables y económicas.
He escuchado agricultores gritar por la pérdida de cosechas por la abundancia de lluvia. Pero para todos es también sabido que es mejor mucha lluvia q la sequía.
La sequía daña el ecosistema, y la tierra, de tal manera que produce emigración de animales y hombres que sobreviven mientras matan a los demás. Cuando llega la lluvia primero tiene que sanar la tierra del daño de la sequía antes de producir algo en ella.
Las águilas como tu se adelantan a los tiempos malos y al vaivén repentino de la naturaleza, eres de los que esperan en Dios mientras hacen bien sus cálculos. Saben muy bien que Dios visitara la tierra que creo con abundancia. Esta es la bendición de Dios oculta en la abundancia: que cuando cae a su tiempo, aunque sea mucha ni abrume ni hace daño.
Cuando Dios te bendice lo hace para que no queden dudas de que fue el que lo hizo, sus riquezas son abundantes, medida remecida, bien apretadas te dará.
Lluvia de bendiciones es la promesa de Dios para todos aquellos que esperan en él, que no desmallan, que se mantienen firmes, que son fieles, que no le corren al proceso, ni al peligro. Que conocen bien el entorno que dominan.
A las águilas no le afectan tanto los tiempos de sequias porque saben bien que Dios las visitará con las manos llenas. Las águilas escuchan las alarmas climáticas y se mantienen alertas.
Oro para que tu fe y la de tu familia no falle. Declaró que antes de salir el año tendrás visitaciones de Dios en tu salud, en tu relación, en tu casa, en tus familiares, en tu economía.
Shalom!