«El mundo está experimentando en tiempo real cómo el virus continúa cambiando y volviéndose más contagioso», subrayó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Tedros confirmó que la semana pasada las muertes globales por COVID-19 (unas 55.000) fueron ligeramente superiores a los siete días anteriores, poniendo fin a 10 días de descensos y situando la cifra oficial de fallecidos en la pandemia en más de cuatro millones.
«La emergencia sanitaria está empeorando, y ello amenaza vidas, trabajos, y la recuperación económica global», advirtió Tedros.
El director general subrayó que el aumento de nuevos casos de COVID-19, favorecido por la expansión de la variante delta, ya se está observando también en lugares con altas tasas de vacunación, aunque la situación es «particularmente mala» en países donde la inmunización está avanzando más lentamente.
«Ello se traduce en altos números de hospitalizaciones y muertes, incluso en países que lograron controlar anteriores oleadas del virus», aseguró, para recordar que países de renta baja vuelven a sufrir problemas de suministro de equipo de protección sanitaria, oxígeno y tratamientos.
Tedros reiteró, como viene haciendo desde hace meses, que la desigual distribución de vacunas está perjudicando a la estrategia mundial contra el coronavirus.
«Algunos países están encargando millones de dosis para dar inyecciones de refuerzo cuando hay otros que ni siquiera tienen suministros para inmunizar a sus trabajadores sanitarios y su población vulnerable», lamentó. EFE