Unas imágenes de cientos de personas marchando en medio de gritos de «abajo la dictadura» y «patria y vida» por las calles del pueblo de San Antonio de los Baños, en Artemisa (oeste), prendieron la mecha en las redes sociales y dieron inicio a llamamientos a protestar en toda Cuba.
En las calles de La Habana las fuerzas de seguridad y brigadas de partidarios del Gobierno interceptaron las manifestaciones pacificas que gritaban «libertad», produciéndose enfrentamientos violentos y arrestos.
Los choques entre los manifestantes y grupos progubernamentales se produjeron en el céntrico Parque de la Fraternidad, frente al Capitolio, donde llegaron a congregarse más de un millar de personas con una fuerte presencia de las fuerzas militares y policiales, que llevaron a cabo varios arrestos.
En casi toda la isla rige un toque de queda nocturno por la pandemia, por lo que las personas que estén en la calle de noche pueden ser detenidas.
LLAMADA AL «COMBATE» DEL PRESIDENTE Y FUERTE PRESENCIA MILITAR EN LAS CALLES
El presidente Díaz-Canel instó a sus partidarios a salir a las calles listos para el «combate», como respuesta a las protestas . «La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios», exhortó el mandatario en una comparecencia televisiva especial.
La organización Amnistía Internacional informó de que se mantiene una fuerte presencia militar en las calles y que la protestas que continuaron durante la noche han sido reprimidas por la policía, con reportes de heridos, amenazas y detenciones arbitrarias.
En un mensaje en Twitter, Erika Guevara Rosas, directora de AI para las Américas, con sede en México, señaló que «se reportan personas heridas por disparos de la policía, detenciones arbitrarias, amenazas y ataques a periodistas, incluido fotógrafo de la agencia AP, fuerte presencia militar en las calles y un gobierno intolerante».
Previamente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció haber recibido informes sobre el uso de la fuerza y agresiones en Cuba y reclamó al Gobierno que respete el derecho a las protestas y que se avenga a la apertura democrática del país.
EEUU, «MUY PREOCUPADO»
El Gobierno de Estados Unidos dijo estar «muy preocupado» por las llamadas al «combate» que ha hecho el presidente Díaz-Canel, para detener las protestas contra el régimen en la isla, a la vez que defendió la «libertad de expresión y reunión» de los cubanos.
«Estamos muy preocupados por las ‘llamadas al combate’ en Cuba», dijo en un mensaje en Twitter la subsecretaria de Estado interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Julie Chung, que subrayó el apoyo de la Administración estadounidense al derecho de los cubanos a manifestarse pacíficamente.
LA OEA Y CIDH CONDENAN AL GOBIERNO CUBANO
El secretario general de la Organización de Estados Americano (OEA), Luis Almagro, expresó su condena al «régimen dictatorial» de Cuba por «llamar a civiles a reprimir» a los manifestantes y promover la confrontación contra quienes protagonizan las protestas contra el Gobierno.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció en varios mensajes en Twitter que ha recibido información sobre el «uso de la fuerza, detenciones, agresiones a manifestantes y periodistas, además de cortes de la señal de Internet» y señala que las protestas se han convocado «por la escasez de alimentos y medicinas, y la falta de garantías a la libertad de expresión y participación plural sobre asuntos de interés público».
UN NUEVO «MALECONAZO»
Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994, se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
Los sucesos llegan después de que en los últimos días haya ganado visibilidad internacional la campaña «SOS Cuba», lanzada por la sociedad civil debido a la crisis galopante, el desabastecimiento de medicinas y a la situación crítica debido a la pandemia en la provincia de Matanzas.
La congresista republicana por Florida María Elvira Salazar indicó que, después del llamado «maleconazo» en 1994, no se habían visto en Cuba protestas populares como estas, que pudieran ser «el principio del fin» del régimen comunista, en el poder desde enero de 1959.
Los líderes del exilio, agrupados en la Asamblea de la Resistencia Cubana, subrayaron que la salida del régimen castrista «no es negociable» y pidieron al pueblo cubano que siga en las calles porque es la única manera de conseguir su propósito.