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Gestión eficaz de organizaciones sin fines de lucro

Emilio Reyes
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Rev. Emilio A. Reyes

Las organizaciones sin fines de lucro necesitan administración incluso más que las empresas con fines de lucro.

A principios de la década de 1990, las personas condenadas a su primera pena de prisión en el Estado de la Florida, Estados Unidos, en su mayoría jóvenes negros o hispanos muy pobres, fueron puestos en libertad condicional bajo la custodia del Ejército de Salvación — alrededor de 25,000 por año. Las estadísticas mostraron que, si estos hombres y mujeres jóvenes hubieran ido a la cárcel, la mayoría se habrían convertido en delincuentes habituales. Pero el Ejército de Salvación pudo rehabilitar el 80 por ciento de ellos a través de un estricto programa de trabajo que fue dirigido en gran parte por voluntarios. Y el programa costó una fracción de lo que tendría que mantener a los delincuentes tras las rejas.

Detrás de este programa y de muchos otros esfuerzos efectivos sin fines de lucro se encuentra un compromiso con la administración. Hace cuarenta años, la administración era una mala palabra para aquellos involucrados en organizaciones sin fines de lucro. Significaba que tales organizaciones se enorgullecían de estar libres de la mancha del comercialismo y por encima de consideraciones tan sórdidas como el resultado final. Ahora la mayoría de ellos ha aprendido que las organizaciones sin fines de lucro necesitan administración incluso más que las empresas con fines de lucro, precisamente porque carecen de la disciplina de los resultados finales. Las organizaciones sin fines de lucro, por supuesto, todavía se dedican a «hacer el bien». Pero también se dan cuenta de que las buenas intenciones no sustituyen a la organización y el liderazgo, la responsabilidad, el desempeño y los resultados. Aquellos requieren administración y eso, a su vez, comienza con la misión de la organización.

OneHope ha desarrollado un mecanismo de medición de todo lo que hacen. Le llaman Ministerio Basado en Resultados. Este mecanismo sencillo le ha ayudado a asegurarse de que pueden reunir información, llevar un registro del progreso y medir el cambio positivo en cualquier problema que trata de resolver o circunstancia que quiere transformar. Esto se convirtió en un proceso denominado “Las cinco D”.  Ellas son: Descubrir – saber lo que realmente está pasando y quien está haciendo algo al respecto. Diseñar – elaborar una estrategia que comience por resultado final que la organización tiene en mente y se base en sus fortalezas, no en sus debilidades. Desplegar – poner en práctica el plan. Empezar poco a poco, equivocarse pronto y corregir pronto. Documentar – realizar mediciones para asegurarse de que los resultados previstos se están logrando. Desear – comenzar el ciclo de nuevo, ampliar lo que funciona y abandonar lo que no. Este es un método circular. No se aplica una vez y se detiene, sino que es un proceso que comienza de nuevo tan pronto como llega al final. Todo esto requiere una gestión eficaz.

Comprometa a su organización sin fines de lucro con una gestión eficaz. Adopte altos estándares de organización, liderazgo, responsabilidad, desempeño y resultados.

Fuente: Managing for the Future – Drucker, Peter F. (2009-10-13). The Daily Drucker (p. 200). HarperCollins. Kindle Edition; Cambie su Mundo – John C. Maxwell y Rob Hoskins (ps. 157-174). Grupo Nelson.