Ángel Gomera
Este tiempo trae consigo retos y desafíos de alta prioridad en materia de medio ambiente para el mundo en que vivimos; es que el mal uso de los recursos naturales, una ambición sin límites y de cuestionable sensibilidad humana, la ausencia de la consciencia, una sobre explotación de las especies que ocasiona la pérdida del hábitat y ecosistemas, deterioros progresivos de bosques y selvas tropicales, la liberación descontrolada de toneladas de dióxido de carbono en nuestra atmósfera, calentando a sobremanera nuestro planeta e incidiendo en el cambio climático; representan problemas profundos que no podemos postergar, ya que amenazan la vida en el planeta.
Por lo que no podemos obviar las ocurrencias de fenómenos meteorológicos cambiantes e inesperados, el nivel de los mares y océanos están aumentando, generando así, inundaciones catastróficas, periodos de sequías prolongados, el agua dulce está escaseando por la desaparición provocada de ríos y manantiales, lo cual pone en alto riesgo o en jaque mate la producción de alimentos.
De ahí es que, si no asumimos compromisos y acciones reales en los actuales momentos, es muy elemental y determinante que en el futuro próximo tendremos en el mundo, consecuencias de impredecibles resultados.
Debido a todo lo anterior es, que la naturaleza solo espera de ti: un cambio de mentalidad que genere plena conciencia de que el buen vivir está estrechamente vinculado a la conservación y protección de todo lo creado.
¡Espera de ti! que le extienda una ramita de paz al planeta, para que detengamos esta guerra sin sentido, que nos lleva al abismo de destruir nuestra propia existencia.
¡Espera de ti! un beso de amor en la agrietada frente de la tierra, que sirva de bálsamo sanador ante las heridas doloras que se le ha causado.
¡Espera de ti! oídos abiertos para que escuchen con atención los gritos de desesperación que emanan del corazón terrenal.
¡Espera de ti! una lágrima que caiga en los ríos que mueren de sed por la cruel degradación constante a que han sido sometidos.
¡Espera de ti! una gota de sudor que brote de tu frente, por el esfuerzo de sembrar un árbol en las lomas y llanuras sin cabellera verde, fruto de esa deforestación salvaje y sin juicio.
¡Espera de ti! un detenerse cuando se asoman impulsos de lanzar basuras en lugares inadecuados, poniendo a gritar de dolor el vientre de los mares, océanos, cañadas y ríos por los tantos plásticos que reciben.
¡Espera de ti! un suspiro por la vida de tantos animales amenazados por desaparecer de la faz de la tierra, debido a un exterminio sin respeto a la creación.
¡Espera de ti! poner en práctica el ahorro del agua, ya que en cada gota que se desperdicia, se nos drena la vida que corre por nuestras venas.
¡Espera de ti! el que te conviertas en un mediador ambiental, que procure el abordaje pacifico de los conflictos entre las diferentes actividades económicas del ser humano y el medio ambiente, a través del dialogo, la participación y el respeto por las normas.
En fin espera de ti un compromiso responsable y confiable por tu medio ambiente y recursos naturales. Haz feliz a la tierra y ella te hará feliz.