
Por: Rev. Emilio A. Reyes
Hace algún tiempo escuché a John Maxwell compartir lo siguiente: “Hay dos lados en cada persona que conoces. Todo el mundo tiene un lado bueno y un lado malo. Está el lado de los ideales y los sueños, y tienes el lado humano que está muy lejos de esos ideales. Cuando miras a las personas, lo que buscas es lo que verás. Si buscas sus fallas, verás sus fallas; su lado negativo, entonces las tratarás en consecuencia. Si ves lo mejor de los demás, sacarás lo mejor de los demás y recibirás lo mejor de los demás. Si ves lo peor en los demás, sacarás lo peor de los demás. ¡Lo que ves, es lo que recibes! Y lo que ves se basa en quién eres. No vemos a las personas como son, las vemos como somos nosotros. Las evaluamos conforme a nuestra óptica. Si estás bien, las verás bien. Cree en las personas, valora a las personas y ama incondicionalmente a las personas.”
La Biblia enseña que se puede juzgar a los demás, pero que debemos tener cuidado cómo lo hacemos, pues vamos a ser juzgados de la misma manera que lo hacemos.
Jesús dijo: “Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás. ¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama? ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro.” (Mateo 7:1-5, TLA)
Que Dios nos ayude a ver lo mejor en los demás.
Emilio A. Reyes es Vice President, Latin America