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Objeciones al aborto (2) / Samuel Reyes

Lic. Samuel Reyes
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SAMUEL REYES (samuelreyes7@hotmail.com)

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Una de las frases más usadas por los defensores del aborto es que “los hijos deben ser deseados”.

Traduzco lo que un político de los Estados Unidos escribió en su página web: “Yo defiendo los derechos reproductivos de la mujer, incluyendo el derecho a la planificación familiar… y creo que en lo que todos estamos de acuerdo es que,como propósito principal,debemos asegurarnos de que todos los hijos sean hijos deseados”. Según algunos el aborto es deseable porque les da a las madres la libertad de tener solo los hijos que desean tener. Así no habría niños abandonados, abusados ni descuidados por sus padres,ni tampoco serían candidatos en convertirseen lacras sociales. Ese determinismo desdeña la capacidad de superacióny de transformación del ser humano y la intervención poderosa de Dios a su favor.

El Dr. Wayne Grudem afirma que, “si consideramos al bebé no nacido como una persona, entonces este argumento sería una manera de justificar que se permita que la gente mate a las personas que no quieren cuidar. Siendo así, “se debería permitir a los padres matar a los hijos que no deseen”.   Asimismo “una vez que un niño nace, podríamos decir que un padre que no desee cuidarlo debería tener el derecho de matarlo porque todos los hijos deben ser deseados. ¡Por supuesto que no! Ese es un razonamiento abominable.”Es un argumento fruto de la ruina moral de una sociedad que desvaloriza la vida humana anteponiendo el deseo de la mujer al derecho a vivir de unacriatura humana en su más completa desprotección.

Otros dicen “yo estoy en contra del aborto, pero no apoyo su penalización”. Este argumento es usado por políticos en todo el mundo que dicen no apoyar el aborto, pero quelo promueven porque lo apoyan desde sus posiciones como legisladores o funcionarios del gobierno considerando que es un derecho de la mujer hacerse un aborto si así lo decide. Piensan que, si una mujer embarazada les pidiera consejo, no les recomendarían que abortara, pero que la decisión final es de ella.

Según Grudem “este argumento deja de lado la diferencia entre la convicción personal moral y las leyes de gobierno. Si realmente creemos que una acción está acabando con vidas inocentes, entonces deberíamos hacer todos los esfuerzos posibles por detenerla”. Esa posición es similar a decir que “personalmente estoy opuesto a que la gente maneje en estado de embriaguez, pero yo no apoyo que haya leyes que lo prohíban”. La realidad es que,a pesar de existir una ley vigente que lo condena, mucha gente decide irresponsablemente manejar bajo los efectos del alcohol y matan eventualmente a otras personas a causa de sus malas decisiones.

Para eso se han instituido las leyes y los gobiernos: para protegernos de las decisiones erradas, propias o de otras personas.