Por Félix Caraballo
Ramón Matías Mella forma parte de los trinitarios y febreristas de 1844, y con excepción de Duarte, es la figura de mayor significación política y social, y el de más exaltado patriotismo. Por esto sobran las razones para ofrecer tributo a Mella y a los padres de la patria, quienes se comprometieron con la libertad, la soberanía y la independencia de nuestra nación, que debe ser el norte de los dominicanos.
Nacido en Santo Domingo el 25 de febrero de 1816, el prócer Matías Ramón Mella y Castillo, militar y revolucionario, descolló como un hombre fundamental en los momentos determinantes de las refriegas independentistas. Ideólogo y motor del movimiento separatista, él estuvo participando en calidad de comunicador una vez que se funda la sociedad secreta La Trinitaria, matriz en la que fue incubada la independencia nacional. Estuvo trabajando de cerca con Francisco del Rosario Sánchez y Félix María del Monte.
Fue además ferviente duartista, nacionalista intransigente, y firme defensor del liberalismo y de la democracia, un incansable luchador en defensa de la soberanía nacional, hasta que, en plena guerra restauradora, encontró la muerte por causa de un crónico padecimiento de disentería y otras complicaciones.
La evolución del pensamiento de Ramón Mella contiene en sí misma interrogantes que han servido de estímulo a importantes historiadores dominicanos. Su liderazgo y decisión la noche del 27 de febrero, sus vínculos con líderes opositores en distintos momentos de la naciente República, sus estrategias de guerra y heroísmo en el combate armado, lo perfilan como un prócer con una visión decidida a proteger la libertad y la paz de los dominicanos sobre todas las cosas.
Su pensamiento se ve reflejado en los documentos que se conservan, y en testimonios de sus encuentros privados y públicos desde las distintas posiciones que ocupó, y aunque Mella no formó parte del grupo de los fundadores de la sociedad secreta La Trinitaria, se convirtió en uno de los más destacados colaboradores de Juan Pablo Duarte, además fue el propulsor de la independencia nacional, el 27 de febrero de 1844, fecha en que se proclama la independencia y se “enhesta el pabellón tricolor en cuartos encarnados y azules, atravesados por una cruz blanca”, marcando el final de 22 años de dominación haitiana.
Tributo del TC a Mella
Cada febrero, desde el inicio de sus operaciones en el 2012, el Tribunal Constitucional rinde tributo, junto a sus jueces y servidores constitucionales, a este prócer nacional que disparó su trabuco en la Puerta de la Misericordia anunciando que se había materializado la aspiración del proceso iniciado en julio de 1918. Esto se realiza en ocasión de la fecha de su natalicio sin dejar de mencionar el acto de reconocimiento en ocasión de su bicentenario y el 172 aniversario de la Independencia Nacional realizado en el 2016.
El respeto y la memoria de este padre de la patria no se limita a eventos históricos y patrióticos, sino que, en el año 2020, el Tribunal Constitucional, por medio de su Departamento de Publicaciones, produjo el denominado “Ideario de Mella”, completando la trilogía de idearios de los padres de la patria, pues y se tenían los de Juan Pablo Duarte y Díez y Francisco del Rosario Sánchez.
Al celebrar un aniversario más de su natalicio, se reconoce en Mella el hombre entusiasta y decidido, el dominicano de firmes ideales patrióticos, figura estelar en la lucha independentista y quien diseminó por la tierra cibaeña las ideas del movimiento duartista.
De esta manera, al llegar febrero y celebrar el 177 aniversario de la independencia dominicana, es menester recordar las enseñanzas cívicas y patrióticas del general Ramón Matías Mella y Castillo, las cuales llegarán de manera continua a través de las escuelas, colegios, instituciones públicas y privadas, y medios de comunicación, con el fin de seguir edificando a nuestro pueblo con relación a la vida de ese dominicano de gloria que muchas veces queda en el olvido.