Viendo los ganadores de las elecciones nacionales y considerando los privilegios que tanto atacaron, hoy no nos queda la menor duda que una cosa es tocar güira y otra la tambora. El matemático reformista Hito Bisonó hacia unos cálculos y parecía que si llegaba al cargo liberaría al país de esos onerosos impuestos, pero una vez cayó en el cargo dice que todo es verdad pero que ahora él no se los robará. Faride que llegó con nuestro apoyo al senado dice que ella gana muy poco y que su barrilito no se lo quita nadie, por lo visto ahora ni baila merengue ni bachata. Me imagino lo feliz que debe estar el pastor Ezequiel y comparsas.
Creo que los evangélicos no deben meterse en politiquería, porque los politiqueros siempre se inclinarán a sus vicios. Los combustibles dominicanos siguen siendo los más caros del mundo, con el petróleo a US$40 y el dólar a RD$58. Los senadores y diputados siguen robando al pueblo y no se vislumbra que se vaya a salir de esa situación.
Me sentí avergonzado al ver a evangélicos y católicos apoyando las famosas cajas navideñas como si eso arregla algún problema a la pobreza del país. El gobierno lo que debe de hacer es robustecer el programa de asistencia social y cubrir el mínimo de las necesidades del pueblo ya que se sabe cuántos son los pobres y su ubicación real. No creo en las dádivas, eso embrutece y esclaviza a los pobres y los denigra a lo sumo.
La iglesia tiene el deber de incidir en la sociedad y ser garante del equilibrio social, debería cada templo ser una oficina local de bienestar social y administrar una parte del presupuesto de la nación para que le llegue a cada familia el bien que le garantizan la constitución y las leyes, y eso debe hacerse a título gratuito sin salario a cambio. Instalar comedores económicos en cada iglesia y rincón del país, para que la comida cocida no falte en la mesa de las familias más pobres y vulnerables.
Soy de opinión que las iglesias evangélicas deben tener el mismo tratamiento que las católicas con fondos del presupuesto nacional para bienestar social y que los que trabajen en esas funciones a tiempo completo reciban un salario de parte del Estado, pero no a los pastores ni a sus familiares. De esa manera todo lo relacionado a bienestar social del gobierno seria responsabilidad de las iglesias y los pastores para acabar con la corrupción. El gobierno debe proveer de buenas instalaciones a las iglesias y simplemente fiscalizar el uso de los fondos otorgados a cada congregación sin politiquería y de la misma manera suplir las necesidades de las fundaciones filantrópicas y de esa forma las iglesias y las fundaciones serian las ejecutoras del programa de bienestar social del gobierno, al menos en un 70%.
Jesucristo dijo: “dadles vosotros de comer”, esa es una función neurálgica de La Iglesia.
Que quede claro que no estoy hablando de politiquería.
Yo sé que no es fácil, pero es el momento de que todos aprendamos a usar bien las güiras y la tambora. Yo les pido a los legisladores que se limpien y eliminen el barrilito y las exoneraciones y dejen de cogerle al pueblo más de mil millones que le roban al país.
Que Dios se apiade de los dominicanos.
Sobre el autor
Casimiro Tavárez es Ingeniero Agrónomo y abogado. Sirve al Señor desde su conversión el domingo 6 de marzo del 1976. Ha desempeñado el ministerio pastoral, de evangelista y como misionero a nivel nacional e internacional. Fue ordenado Obispo el 25 de agosto del 2011.