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ANCIANIDAD: REFLEXIONES

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“Las canas son una digna corona, Ganada por una conducta honrada”. Prov.16:31 DHH.

Por: Laura Cristina Quintana

En nuestro país en el mes de octubre celebramos el día del
anciano y hablar de ancianos es hablar de vejez. A nadie le gusta
que le digan “viejo” y le digan su edad.
En el libro del Génesis encontramos una lista de personas que
vivieron muchos años. “Muchos piensan que Dios le regaló larga
vida a la gente para que tuviera tiempo de llenar la tierra”. Pero
esta vida fue acortada por causa del pecado. Lev.19:32 BLA.
A nosotras nos enseñaron a respetar a los ancianos. Y recuerdo
a las amigas de mi madre que se reunían todas las tardes a
tomar un cafecito con galletitas. Muchas cosas aprendí de ellas y
de las vecinas.
En estos tiempos modernos a la gente no le gusta oir la opinión
de los ancianos, ni pensar en visitarlos ¡ Grave error! Al mismo
Dios ordenó a su pueblo y nos lo ordena hoy que respeten y
honren a los ancianos.
Esto nos enseña que debemos cultivar, seriamente, el respeto a
las personas mayores. La experiencia que dan los años los ha
tornados sabios y esa sabiduría puede, si los escuchamos,
librarnos de muchos males.
Dios le dijo a Josué: “Tú eres viejo y entrado en años, y
todavía queda mucha tierra que conquistar.” BLA.

Los ancianos se tienen relegados en los hogares. Se envían a los
asilos, en la iglesia, sentados en un banco y no pueden hacer
muchas cosas. Pero sí pueden realizar una labor de acuerdo a su
edad, sobretodo la consejería. Recuerdo a las hermanas
Graciosa Heyaime +a los 80 años tejiendo; Vitalia +haciendo
batas para llevar a los asilos a los 85 años; Trina y Brunilda
Batista + incansables en el trabajo para Dios con 81años;
Altagracia Vda. Henríquez cantando en el templo los himnos y
haciendo memoria de sus experiencias a los 100 años; Sor
Socorro con 108 años laborando en un asilo y animando a sus
compañeras. Sor Victoria, mi hermana, laboriosa con sus 90
años.
Cuando Dios le habla a Josué este tenía 85 años, pero creía que
él podía conquistar y entrar a la tierra prometida. Dios sabía de
la fe de Josué y de su obediencia, porque las fuerzas las pone El,
Jehová, Dios eterno. El es nuestra fuerza.
Aquí en nuestro país les dicen “viejo verde” a los ancianos, de
manera despectiva, pero el Salmo 92:14 dice: “el hombre en la
vejez fructificará y estará vigoroso”. El hombre en su vejez y si
es cristiano producirá frutos espirituales. Hay ancianos vigorosos
que pueden enseñarnos muchas cosas, producto de una vida de
servicio y de entrega a Dios.
En los tiempos que corren, los ancianos son objeto de violencia,
tanto en la casa como en las calles y hasta en los asilos y esto
por la inconsciencia y la insensibilidad degenerativa de muchos.
Hay casos en que los ancianos molestan hasta a los hijos. No se
recuerdan que ellos los engendraron, los criaron, pasaron malas
noches, sufrían cuando los veían enfermos, buscaban el
alimento, la ropa, llevarlos a la escuela, etc..

En la iglesia, esos ancianos que han sido lavados con la sangre
de Jesucristo y que están llenos de Espíritu Santo y que son
ejemplos para los más jóvenes debe dárseles participación en lo
que puedan hacer y sobretodo tenerlos en cuenta en razón de la
sabiduría que dan los años. La posición del anciano no es fácil.
Llega el fin de su vida útil. En un tiempo lo tuvo todo bajo control,
ahora son controlados.
Evitemos el desaliento de las personas mayores. Llénelas de
amor que mientras ¡hay vida, hay esperanzas, y por encima de
todas las cosas son acreedores al mayor respeto!
Citas: Job 12:12; Prov.16:31;Prov :20:29; Salmos 92:14;
2Co.4:16;.BRV60;BDHH; BHA; BDLA.

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