EFE- Un estudio mundial coordinado por investigadores brasileños demostró que un nuevo y prometedor método para prevenir el sida es más eficaz que el más recomendado hasta ahora y que viene siendo adoptado por la mayoría de los países en sus políticas de combate a la enfermedad.
Según la investigación, el medicamento Cabotegravir inyectable de acción prolongada tiene una mayor eficacia en la prevención de la infección por el virus VIH que la Truvada, el comprimido hasta ahora más usado, aceptado como método preventivo y que países como Estados Unidos planean distribuir gratuitamente.
Los resultados preliminares del estudio serán presentados este jueves en la 23 Conferencia Internacional del Sida, que se celebra de forma virtual esta semana a causa de la pandemia de COVID-19 pero que originalmente se realizaría en San Francisco (EE.UU.).
Según un comunicado divulgado este miércoles por la brasileña Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), mayor centro de investigación en salud de América Latina y que coordina el estudio mundial, la investigación identificó una nueva y poderosa herramienta que puede ayudar a controlar la epidemia de sida en el mundo.
«Esta es una conquista sin precedentes en el campo de la prevención del VIH. El Cabotegravir es una estrategia nueva y poderosa que realmente puede hacer la diferencia en el control de la epidemia de sida», afirmó la investigadora Beatriz Grinsztejn, jefa del Laboratorio de Estudios Clínicos sobre Sida de la Fiocruz y coordinadora global del estudio, citada en el comunicado.
MÁS EFICAZ PESE A SU SUMINISTRO A CADA OCHO SEMANAS
De acuerdo con Fiocruz, el estudio clínico internacional denominado HPTN 083 comprobó que el método de prevención por el que se suministra cada ocho semanas una dosis de Cabotegravir inyectable de acción prolongada a personas de riesgo es más eficaz que el que prevé el suministro diario de un comprimido de Truvada.
Ambos son métodos de profilaxis previa a la exposición (PrEP), es decir tratamientos por los que se suministran periódicamente fármacos antirretrovirales de forma continuada a personas seronegativas al VIH pero con riesgo sustancial de contraer el virus, para intentar reducir las posibilidades de infección.
Hasta el momento el único medicamento recomendado para esta terapia era Truvada, del fabricante Gilead Sciences y que es una combinación de Tenofovir y Emtricitabina, sustancias capaces de bloquear importantes vías usadas por los virus para comenzar la infección.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en diciembre pasado un plan para distribuir gratuitamente Truvada a las personas sin seguro de salud, con la intención de reducir las nuevas infecciones por VIH en un 90 % en 10 años en ese país.
Pero la investigación de los miembros de la red internacional de investigaciones HIV Prevention Trials Network (HPTN), coordinada por la Fiocruz y por la Universidad de California (EE.UU.) y financiada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, mostró que el método con Cabotegravir es más eficaz.