Según el experto especial de la ONU en libertad de religión, dijo que las recomendaciones de los organismos de derechos humanos de la ONU deben prevalecer sobre las creencias de muchas de las principales religiones del mundo.
En su reciente informe anual, Ahmad Shaheed, el Relator Especial de la ONU sobre Libertad de Religión o Creencia, escribió sobre la intersección de la religión y la igualdad de género. Llegó a la conclusión de que las leyes basadas en la moral tradicional, a menudo de naturaleza religiosa, deben derogarse si entran en conflicto con las opiniones de expertos en derechos humanos y expertos de la ONU.
«Rechazo firmemente cualquier afirmación de que las creencias religiosas pueden invocarse como una ‘justificación’ legítima de la violencia o la discriminación contra las mujeres, las niñas o las personas LGBT», dijo Ahmed Shaheed, señalando que «el derecho a la libertad de religión protege a los individuos y no a las religiones como tales».
Se debe tener en cuenta que, el cristianismo convencional no exige violencia ni discriminación a nadie, aunque algunos opositores de la creencia cristiana ortodoxa han tratado de caracterizarlo de esa manera.
Después sostuvo que las leyes basadas en la moral tradicional, que a menudo son religiosas, deben ser derogadas si entran en conflicto con las opiniones de los expertos en derechos humanos y analistas de la ONU.
“Los estados tienen la obligación de garantizar a todos, incluidas las mujeres, las niñas y las personas LGBT, un derecho igualitario a la libertad religiosa o de culto”, dijo, “incluso mediante la creación de un entorno propicio donde la autopersepción pluralista y progresista pueda manifestarse”.
Para lograr este fin, las leyes que penalizan las conductas sexuales no naturales y el aborto tendrían que ser anuladas.
Shaheed deja en claro que él sabe que las enseñanzas religiosas sobre la santidad de la vida y la moral sexual han influido en la creación de leyes en algunos países que restringen el aborto y el comportamiento homosexual.
El Centro para la Familia y los Derechos Humanos (C-Fam), señala que, si bien el funcionario no llama directamente al cristianismo u otras religiones a cambiar sus doctrinas, sí cita la labor de expertos que han trabajado para promover reinterpretaciones “progresistas” de las tradiciones de fe.
“La noción de ‘derechos LGBT’, un concepto que recientemente ha entrado en el lenguaje de los académicos, y que no tiene consenso internacional, y mucho menos una definición formalmente aceptada, es tratado por el informe como algo dado. En contraste, las tradiciones religiosas, algunas de las cuales datan de miles de años, son tratadas como subordinadas”, señala el C-Fam.
Grupos pro-vida y pro-familia acusaron a Shaheed de ignorar los derechos de los niños no nacidos y los derechos de conciencia de los profesionales de la salud que se oponen a ser obligados a participar en abortos.
Fuente: AcontecerCristiano.Net