Durante la época imperial Roma absorbía las prácticas y costumbres religiosas paganas de los pueblos que conquistaba. Lo hacía por conveniencia política para someter y controlar mejor a sus súbditos.
En ese momento, la doctrina cristiana era pura, pero el emperador romano, Julio Cesar, las mezcló con el cristianismo y adoptó el catolicismo como la religión oficial del Estado. Además, se proclamó Sumo Pontífice de la iglesia católica. El mismo título ha tenido el Papa hasta hoy.
Entre los pueblos que Roma conquistó estaban los que pertenecieron al imperio babilónico. Estos rendían culto a una diosa llamada Semiramis, a la que representaban con su hijo Tammuz en los brazos. La iglesia católica trasladó dicho culto a María, la madre de Jesús y la ha endiosado por igual.
Aquellos pueblos antiguos pusieron diferentes nombres a la diosa Semiramis. La llamaron “Venus”, “Afrodita”, “Cibeles “Santa Madre”, “Madre de Dios” y “Reina del Cielo”, entre otros. ¿Qué hizo la iglesia católica? Puso a María los tres últimos nombres que tuvo la diosa-madre de los babilonios. Este hecho saca a la luz que la religión católica no es la verdadera. Es una de las grandes religiones falsas que se conocen en el mundo.
Otra prueba de lo que afirmo es, que Dios prohíbe la fabricación, venta, compra, adoración, inclinarse, arrodillarse, besar y venerar los ídolos. Sin embargo, la iglesia católica se da la tarea de apoyar, promover, organizar, dirigir, celebrar y administrar fiestas que se celebran a los ídolos. Ahí está la celebración de hoy, 21 de enero, al ídolo de La Altagracia y la del 24 de septiembre, al de las Mercedes. Allí asiste, incluso, el Presidente de la República y los funcionarios públicos. También asisten políticos, a pescar simpatías y apoyos electorales, comerciantes, feligreses católicos, brujos, hechiceros, adivinos y personas de otros países. Ya usted sabe…
Hace siglos, que la iglesia católica mezcló las ideas y creencias del cristianismo puro con las de una religión falsa, como la babilónica. Los babilonios rendían culto, honraban, adoraban, cantaban, se postraban, se inclinaban, se arrodillaban y veneraban a la diosa-madre Semiramis. Eso mismo hacen hoy, 21 de Enero y demás días, los católicos y otros grupos, al ídolo con que representan a María, la Madre de Jesús.
Este culto fue establecido en Santo Domingo por los sacerdotes católicos, durante el periodo de conquista y colonización de la isla y se mantiene hasta la fecha.
Llamado a la iglesia cristiana
Iglesias cristianas evangélicas, necesitamos denunciar y combatir, con mayor intensidad, las prácticas religiosas paganas en la República Dominicana. Hagámoslo a la luz de lo que dice y ordena la Palabra de Dios.
Hermanos pastores, necesitamos aclarar más y mejor lo que la gente cree sobre María, la madre de Jesús. Utilicemos el pulpito y los otros medios que Dios ha puesto a nuestra disposición, para denunciar y combatir la práctica de la idolatría, la brujería y la hechicería. Impiden el desarrollo del Evangelio en nuestro país. Salgamos a las calles y plazas públicas con pancartas que muestren los textos bíblicos que prohíben tales prácticas.. Aprovechemos el clima de libertades que tenemos y nuestro derecho a expresar y difundir el pensamiento bíblico cristiano.
Invitemos a nuestra gente a arrepentirse del pecado de idolatría y de los demás. Declaremos guerra espiritual contra los argumentos y fortalezas que se levantan contra la voluntad de Dios.. Hagámoslo en pro del establecimiento de su reino en nuestro amado país.
Llamado al pueblo dominicano.
Amigo lector(a) no participes en las celebraciones a los ídolos que ha fabricado la iglesia católica a María, la madre de Jesús. No adore ni creas en las estatua ni en las imágenes que le han creado, como son La virgen de la Altagracia y Las Mercedes. Están hechas de metales, madera, cemento y yeso. Son diosas muertas y sin espíritu. No pueden oír, ver ni tocar nada. Dios las prohíbe y las aborrece. Conoce y cree lo que está escrito en la Biblia sobre María y no le llame Madre de Dios ni Reina del Cielo. Todo eso es invento de la iglesia católica.
Eso sí, conoce, cree y practica la obediencia, adoración y fe que María tuvo hacia Dios. Esfuércese en conocer y creer la Palabra de Dios para que trasforme tu vida espiritual. Saca de tu mente y de tu corazón las mentiras que te ha enseñado el catolicismo sobre la madre de Jesús. Retira de tu casa y de los altares de la Iglesia católica los ídolos. Limpia y santifica tu fe cristiana. Conviértete en un verdadero(a) creyente en Jesucristo.
Huye de los ídolos y cree en el Dios Invisible. Entiende esto: donde están los ídolos no está Dios y donde está Dios no están ellos. No te inclines ni te arrodilles delante de ellos, incluida la virgen de la Altagracia. Es una diosa falsa, ajena al Dios Verdadero. Tampoco le pidas ni le des nada. No creas ni confíes en ella ni en ningún otro ídolo. Destrúyela y quémala. Abandónala para siempre. Pon tus ojos en Jesús, o sea, en la Palabra de Dios, en la Biblia y lee, medita, entiende, cree y obedece, específicamente, lo que manda y enseña el salmo 115 sobre los ídolos.
Llamado a la iglesia católica
Iglesia católica, arrepiéntete de practicar el paganismo o pecado de idolatría. No rindas culto ni adores las estatuas e imágenes que Dios prohíbe y aborrece. No les celebres fiestas. Dedícate a dar alabanza, adoración y reverencia a Dios exclusivamente. Estudia su palabra y aprende sus enseñanzas. Solo Dios merece que le des toda honra y toda gloria. Dáselas. ¡Despierta! Dios ve y oye lo que haces. Obedece sus ordenanzas contra los ídolos. No seas rebelde. ¡Pobrecita! Dios tendrá misericordia ti, si te arrepientes.
Iglesia católica, Dios te ordena que no invalides sus prohibiciones contra los ídolos por mantener la tradición.
Por: Enrique Aquino Acosta
Fuente: El Nuevo Diario