Inicio EvidenCristianas EL ECO DE LA MENTIRA QUE GOBIERNA EL MUNDO

EL ECO DE LA MENTIRA QUE GOBIERNA EL MUNDO

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Los mentirosos intelectuales demócratas que gobiernan el sistema político mundanal, externan sus pensamientos rebuscados, con sus léxicos rimbombantes y sus fraseologías encumbradas de sabelotodos de pasillos universitarios; y plácidos con sus fragancias de caminantes de zonas coloniales con pipas y cafés de pasarelas; como teóricos de envolturas con el sello de la banca que los auspician, abren sus bocas, tapan sus dientes, renueven sus labios, y teatrizan posturas de Rodin para ganar prestigios de gurúes al servicio de su ego personal y el imperio que representan; pero todas estas farandulearías de marines de pacotillas son para tergiversar la Verdad. Estos son los sofistas posmodernos que engañan al mundo, fascinándolos a ver una silueta de posverdad, donde se cambian sutilmente la Verdad por mentiras; por eso, hoy más que nunca truena la voz más calificada del Antiguo Testamento, el Profeta Isaías diciendo: ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

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En todos los siglos la mentira y sus variables de embelecos han trocado la historia con falacias y selenosis, que han conducido al mundo al borde del cataclismo apocalíptico, que hoy amenaza al mundo donde los cristianos peregrinan; los cuales según su líder Jesús, son portadores y predicadores de la Verdad, que es la única luz verdadera que puede alumbrar a este mundo en tinieblas; pero según la alta crítica la luz de los evangélicos esta debajo de un cajón; paradoja de las veleidades de los que presumen conocer el Evangelio, de la alta tasa de analfabetismo que hay en la Iglesia sobre el Evangelio auténtico de Jesucristo, de la apariencia de piedad que emulan un ejército de engañifas líderes de la teología de la prosperidad, de los pseudos calvinistas tulipanes que se ufanan conocer la gracia y pululan en los púlpitos modernos con el mazo de la ley de doctrinas de hombres; y todos tienen en común que no conocen el Verdadero Evangelio de Jesucristo, y no se atreven a obedecer el mandato paulino: Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábula.

La ausencia de la Verdad que los líderes de las iglesias deben vivir, predicar y demandar; fue la culpable de permitir que la mentira disfrazada de piedad de Constantino, escenificara su plagio de convertido al cristianismo; aunque tuvo amiguitos cristianos pagados que lo santificaron al llamarlo cristiano; y aun teniendo historiadores como Eusebio de Cesarea y filósofos como Voltaire, que escribieron de él como un auténtico cristiano; Constantino fue la falacia más demoníaca que apostató la iglesia católica.

Lutero teorizó sobre el Príncipe definiéndolo en sus comentarios, como el heredero de todo poder social delegado por Dios, donde podía hacer y deshacer en contra de los derechos inherentes de los gobernados, y nadie tenía el derecho de reclamarle nada; he aquí la crasa mentira que ha calado al cerebro de los neófitos, ha penetrado en los tuétanos del pensamiento débil de evangélicos; y que ha llevado a muchos a la sumisión esclavista, al silencio bajo las botas de las dictaduras, y a la defensa servil y adulona de los pichones autócratas y tiranos demócratas modernos que destruyen al pobre y la sociedad cristiana.

Frederick Nietzsche teorizó sobre el Superhombre que mata a dios, se desacata con su dionisíaco y somete a todos bajo su utopía de un nuevo orden de vida; esta trama de metamorfosis de vida encantó a muchos nietzscheanos como Stalin de Rusia, y actualmente a Putin; a Obama de EUA, y actualmente a Trump el más perfecto de los superhombres; y todos tienen algo en común como Nietzsche, que son unos mitómanos empedernidos; por eso, las naciones han dictado como ley la mentira, como norma de vida para renacer el superhombre.

Analice usted como comenzó el genocidio contra los judíos bajo Hitler, como comenzó la guerra contra Vietnam, Irak, Libia, Afganistán, y verá como común denominador la mentira. La mayoría de los acuerdos internacionales políticos, económicos y culturales, que las grandes potencias han obligado al mundo aceptar; son todas vulgares mentiras que prometen prosperidad, seguridad y paz; por eso, es que muchos se cuestionan la transparencia y sinceridad, de la lucha para erradicar las drogas y el terrorismo, porque al final concluyen que todo es una patraña.

La razón del eco de mentira que domina al mundo, es que satanás el padre de la mentira es el príncipe de este mundo, y el mundo entero está bajo el maligno; por eso, este mundo cree más las mentiras que la Verdad. Pero Dios ama la Verdad en lo íntimo, Jesucristo es la Verdad, y el Evangelio es la Verdad de Jesucristo, y solo la Iglesia es rectora de la Verdad para predicarla al mundo; ante lo dicho, la iglesia es culpable y responsable de la presencia y predominio de las tinieblas en la historia, porque se ha quedado callada, y solo alza su voz cuando le conviene. Una esperanza sería el surgimiento de una Reforma radical bíblica, donde predomine el Evangélico Verdadero y práctico, para que el eco de la mentira se silencie ante la voz potente del Espíritu de Cristo.

Rolando Diaz