David Mackereth fue despedido por el Departamento de Trabajo y Pensiones del Reino Unido (DWP, por sus siglas en inglés) porque rehuye a tratar a sus pacientes por su nombres de elección. Según recoge el Daily Mail, Mackereth considera que no puede “llamar señora a un barbudo de 1.80 m”. Mackereth, padre de cuatro hijos y exasesor de Salud y Discapacidad, afirma que el estado ha infringido su derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
En 2018, el galeno conversó con The Telegraph y apuntó que “el género está definido por la biología y la genética; la Biblia nos enseña que Dios hizo a los seres humanos hombres o mujeres”. También señaló que sentía “deshonesto el usar pronombres de esa manera”. Según el DWP, la actitud negativa de Mackereth para adaptarse a las preferencias de sus pacientes está considerado como acoso; así lo define la Ley de Igualdad de su país.
Defienden a médico David Mackereth
Por otra parte, el Centro Legal Cristiano (CLC) del Reino Unido, organismo que le brinda ayuda legal, asegura que el DWP discriminó a Mackereth por sus creencias cristianas, incluyendo “su creencia en la verdad de la Biblia». La directora ejecutiva de este organismo, Andrea Williams, dijo en un comunicado que «emplear pronombres transgénero desafía el sentido común y la fe cristiana”, pero sirve para filtrar a “cristianos firmes y hombres de principios como el Dr. David Mackereth”.
“Si se suprime la libertad de decir la verdad, en este caso llamar a un hombre ‘él’ y a una mujer ‘ella’, se suprime la verdad misma”, afirmó Williams. No obstante, en una declaración presentada ante un tribunal del Reino Unido, el doctor Mackereth afirmó que “en una sociedad libre, no se debe censurar mis creencias y obligarme a actuar en contra de mi conciencia”. “Además, como médico, mi responsabilidad siempre es actuar con buena conciencia en el mejor interés de los pacientes, no adoptar diversas fantasías, prejuicios o delirios, para evitar la ofensa a toda costa”, añadió.
“Estoy consciente de que hay hombres o mujeres que creen que han sido atrapados en un cuerpo equivocado, y no cuestiono la sinceridad de sus convicciones. El transgenderismo y tales creencias delirantes son aceptadas por su valor nominal. Lo que es responsable de ese cambio es la presión política, no la evidencia científica”, refirió Mackereth.
(*) Con recursos de La República
Fuente: Impacto Evangelistico