Rev. Gustavo Martínez Garavito
“Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.” Isaías 54:2-3.
Hace 31 años, en un Congreso Mundial de la Obra, el Señor nos dijo que pondría a disposición del MMM los medios de comunicación más sofisticados. Hoy estamos viendo que este anuncio es una realidad.
La Biblia dice: “Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas” (Is. 54:2). Cuando alguno empieza el ministerio, cualquier local sirve; pero cuando el obrero es experimentado, es seguro que buscará adquirir una propiedad grande porque su visión es amplia. No se puede esperar que Dios haga grandes cosas si nuestra visión es pequeña; debemos tener una visión amplia.
En Génesis 13:15, Dios le declara a Abraham: “… Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente, y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”. Jesús dijo a sus discípulos: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mr. 16:15). ¡Hasta lo último de la Tierra!
Si creemos esta promesa, tenemos que proyectarnos, desarrollando áreas que no se habían trabajado. Tal vez usted nunca se ha visualizado con un micrófono, en una emisora de radio o frente a una pantalla de televisión, predicando el Evangelio; déjeme decirle: ¡es necesario entrar allí, no tenga miedo, no diga que no sirve, atrévase a entrar por esa puerta grande!
Si queremos ensancharnos, tenemos que ampliar la visión. Hay que extender la oración, el ayuno, el estudio de la Biblia, la consagración; es necesario llevar una vida de devoción, intercesión y humillación ante Dios. Debemos preparar el corazón para esperar cosas grandes de parte del Señor, por eso dice la Biblia: “Y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas” (Is. 54:2).
El Señor continuará retirando a los infieles que no tienen a Dios en su corazón, sino que lucran con el Evangelio y traerá en reemplazo a gente nueva, digna de Él. El tiempo es corto y pocos son los obreros; es preciso, pues, utilizar los medios de comunicación ¡Ha llegado el momento de despertar, de levantarnos y predicar!
Dios va a llamar a hombres y mujeres, y los llevará a muchas naciones. Hay urgencia de recoger una gran cosecha, de predicar un mensaje de poder, de decir: ¡Cristo viene pronto!
Fuente: Impacto Evangelistico