STO01. PUERTO PRÍNCIPE (HAITÍ), 13/06/2019.- Grupos sociales y sindicatos protestan este jueves en reclamo de la dimisión del presidente del país, Jovenel Moise, en el marco de las protestas que se realizan desde el domingo y que han dejado varios muertos en Puerto Príncipe (Haití). El presidente Moise llamó a la población al diálogo y a la calma, previo a las manifestaciones convocadas para este jueves y viernes en los alrededores del Palacio Nacional. EFE/JEAN MARC HERVE ABELARD
La crisis política haitiana se recrudece con las protestas que, desde hace varias semanas, se realizan en demanda de la dimisión del presidente Jovenel Moïse y para que se castigue a quienes habrían malversado los fondos de Petrocaribe.
Mientras tanto, el país se mantiene casi paralizado económicamente, la miseria sigue castigando a las mayorías, y los jóvenes cada vez tienen menos posibilidades de mejorar sus condiciones de vida.
Es una situación preocupante que se expresa en el clamor de cientos de personas que salen a diario a protestar, y que colocan en pancartas sus reclamos con frases como “La juventud quiere trabajar, no solo quiere sexo como entretenimiento”, “JoJo (el apodo de Jovenel Moïse) toma tu título de ingeniero y danos un presidente”.
Sin embargo, no todos están conscientes de la problemática, pues muchos asisten a las manifestaciones pensando que se trata de un entretenimiento más y se unen a las marchas atraídos por la música, o por el dinero que le pagan algunos organizadores, según el rumor que corre de boca en boca y por las redes sociales.
Una situación caótica. La crisis haitiana ha empeorado desde que el 31 de mayo pasado la Cámara de Cuentas de Haití presentó un reporte sobre el uso de los fondos de Petrocaribe, cuyos resultados arrojaron que la empresa Agritrans, del presidente Moïse, utilizó en el 2014 “estratagemas de malversación de fondos”.
Las manifestaciones populares se mantienen desde el día 9 de este mes, con consecuencias desastrosas: el país está prácticamente paralizado, las escuelas cierran antes de la fecha prevista, la prensa es objeto de ataques, y de hecho fue asesinado el pasado 10 de junio el periodista Pétion Rospide.
Además, la zona del Artibonito es controlada por bandas armadas, por lo que alrededor de 2,000 personas se han desplazo a otros lugares por temor a morir.
La situación se complica más, ya que Haití tiene solo 16 mil policías, y a mitad de la ejecución del Plan de Modernización de la Policía Haitiana (2017- 2021), el Estado solo ha desembolsado el 15% de los 669 millones dólares que tenía que haber ejecutado.
La miseria se agudiza. Según el ministro de Economía y Finanzas, Ronald Décembre, el gourde haitiano se despreció en 24%, ya que se necesitan casi 100 gourdes para adquirir un dólar americano.
Además, el ministro agrega que el crecimiento que estaba previsto en 2.8% para el 2019 puede terminar en menos de 1%, mientras la tasa de inflación es de 17.7%.
Comer una vez al día en Haití era ya un lujo para mucha gente con el aumento de los precios de los alimentos.
Con las manifestaciones y huelgas la situación de hambruna se ha agravado, mientras en ciertas partes de las alturas de Petionville, todo ocurre como si no hubiera nada y muchos políticos viven ajenos a las precariedades económicas.
El reclamo de la salida de Jovenel Moïse del poder. La casi totalidad de los sectores haitianos exige la dimisión del presidente Moïse, a quien le faltan dos años y siete meses para terminar su mandato.
El mandatario está vinculado a actos de corrupción, y también es considerado responsable de la crisis por ser irresponsable e incapaz.
El sector privado, que contribuyó con la elección del presidente, declaró en un comunicado que este último no es parte de la solución del problema.
Los jóvenes llamados “petrochallengers”, que se han movilizado desde el mes de agosto del 2018 para que sean enjuiciados los que habrían despilfarrado los fondos del programa Petrocaribe, exigen también la dimisión del presidente.
La Iglesia Católica y las evangélicas, un grupo de unos 30 escritores, y otro de unos 60 profesores de la universidad estatal, los partidos políticos excepto el RDNP, también piden la salida de Moïse. Es más, algunos partidos ya hablan del plan después de la salida del presidente.
La solución de la comunidad internacional. La comunidad internacional, especialmente, los Estados Unidos y Canadá, aboga por un “diálogo sincero e inclusivo” para salir de esta crisis.
Una misión de la OEA, por solicitud del canciller haitiano Edmond Bocchit, llegó Haití el miércoles 19 de este mes, con la misión de facilitar el diálogo entre el presidente y los que reclaman su dimisión.
La delegación está conformada por el embajador de los Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, quien preside el Consejo Permanente de la organización hemisférica, y Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro.
La misión terminó, según un artículo de Miami Herald, pidiendo a la oposición retroceder y al presidente empezar a gobernar. Habrá que ver si las recomendaciones de la OEA se aplicarán en medio de tanto caos, y la determinación y voluntad casi unánime de la dimisión del presidente.
La incapacidad de los líderes haitianos. La división entre los haitianos imposibilita una solución haitiana a la crisis. La oposición que reclama la salida del presidente está dividida; los jóvenes “Petrochallengers”, que serían unos líderes emergentes también están divididos y funcionan en facciones.
El sector privado también está dividido, y es criticado porque buscaría sus intereses particulares y no el bien del país.
de unos 60 profesores de la universidad estatal, los partidos políticos excepto el RDNP, también piden la salida de Moïse. Es más, algunos partidos ya hablan del plan después de la salida del presidente.
La solución de la comunidad internacional. La comunidad internacional, especialmente, los Estados Unidos y Canadá, aboga por un “diálogo sincero e inclusivo” para salir de esta crisis.
Una misión de la OEA, por solicitud del canciller haitiano Edmond Bocchit, llegó Haití el miércoles 19 de este mes, con la misión de facilitar el diálogo entre el presidente y los que reclaman su dimisión.
La delegación está conformada por el embajador de los Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, quien preside el Consejo Permanente de la organización hemisférica, y Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro.
La misión terminó, según un artículo de Miami Herald, pidiendo a la oposición retroceder y al presidente empezar a gobernar. Habrá que ver si las recomendaciones de la OEA se aplicarán en medio de tanto caos, y la determinación y voluntad casi unánime de la dimisión del presidente.
La incapacidad de los líderes haitianos. La división entre los haitianos imposibilita una solución haitiana a la crisis. La oposición que reclama la salida del presidente está dividida; los jóvenes “Petrochallengers”, que serían unos líderes emergentes también están divididos y funcionan en facciones.
El sector privado también está dividido, y es criticado porque buscaría sus intereses particulares y no el bien del país.
la OEA, Carlos Trujillo, quien preside el Consejo Permanente de la organización hemisférica, y Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro.
La misión terminó, según un artículo de Miami Herald, pidiendo a la oposición retroceder y al presidente empezar a gobernar. Habrá que ver si las recomendaciones de la OEA se aplicarán en medio de tanto caos, y la determinación y voluntad casi unánime de la dimisión del presidente.
La incapacidad de los líderes haitianos. La división entre los haitianos imposibilita una solución haitiana a la crisis. La oposición que reclama la salida del presidente está dividida; los jóvenes “Petrochallengers”, que serían unos líderes emergentes también están divididos y funcionan en facciones.
El sector privado también está dividido, y es criticado porque buscaría sus intereses particulares y no el bien del país.
Fuente: Noticias SIN