Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 15 de junio de 1918, inició de manera formal el movimiento universitario conocido como “Reforma Universitaria de Córdoba”, en la Universidad de Córdoba, Argentina. Dicho movimiento, impulsado por los estudiantes, tuvo repercusión en toda América Latina, el cual inició en marzo de 1918, y terminó en octubre del mismo año. Se eligió el 15 de junio para la conmemoración porque en esa fecha fue que se produjo la irrupción de los estudiantes en la Universidad.
El manifiesto liminar de la reforma, redactado el 17 de junio de 1918, y publicado cuatro días después, el 21 de junio, se convirtió en la proclama oficial del movimiento reformista. Los principales logros de esa reforma son los siguientes: 1) La autonomía universitaria; 2) la creación del cogobierno universitario, con la participación activa de los estudiantes en la toma de decisiones; 3) la aprobación de planes de estudios sin la intervención gubernamental; 4) la libertad de cátedra; y 5) el vínculo de la universidad con la sociedad, lo que hoy se conoce como extensión universitaria.
Termino esta nota con un pensamiento del científico neerlandés de la computación Edsger Wybe Dijkstra: “No es tarea de la Universidad ofrecer lo que la sociedad le pide, sino lo que la sociedad necesita”.