¿Cómo suena una voz que no tiene género?
Esa fue la pregunta que se hizo un grupo de investigadores y activistas en Copenhague, Dinamarca, y que les llevó a desarrollar el primer asistente de voz sin género del mundo.
Le pusieron de nombre «Q» y fue mostrado al público hacia mediados de marzo de este año.
Su objetivo es «acabar con el sesgo de género en los asistentes de inteligencia artificial», explican sus creadores en el sitio web de Q.
«Las tecnológicas a menudo adoptan tecnologías de géneros creyendo que eso hace que la gente se sienta más cómoda para adoptarlas«, señalan.
En el caso de los asistentes de voz, el género que predomina es el femenino: Siri, Alexa, Google Assistant, Cortana y Bixby tienen voz de mujer.
«Lamentablemente, eso refuerza una percepción binaria del género y perpetúa los estereotipos que muchos han luchado duramente por superar», sostienen los investigadores, que describen Q como «un ejemplo de lo que esperamos del futuro».
Ellos dicen que, «a medida que la sociedad sigue desglosando el género binario, reconociendo a quienes no se identifican ni como hombre ni como mujer, la tecnología que creamos debería aplicarlo».
Por eso crearon Q.
Q es resultado de una colaboración entre Copenhagen Pride, el festival anual de derechos humanos más grande de Dinamarca, enfocado en temas LGBT, la organización Equal AI -destinada a «reducir sesgos en el desarrollo de inteligencia artificial»- varias agencias creativas y un estudio de sonido basado en Copenhague.
Emil Asmussen, director creativo de Virtue, la agencia de Vice Media, que participó en el proceso de creación, habló con la BBC sobre cómo fue el desarrollo del asistente de voz y por qué lo diseñaron.
«Mi colega Ryan y yo comenzamos a conversar sobre cómo Alexa entró en el mercado e impactó a nivel global en la voz que pueden tener los asistentes de voz».
«Tenemos asistentes virtuales femeninos a los que solemos dar órdenes. Sin embargo, las apps bancarias suelen tener una voz masculina», explicó Asmussen.
«Pensamos que es raro que solo haya dos opciones, hombre o mujer. Y comenzamos a debatir sobre por qué no existía una opción de género neutro. Son robots, y los robots ‘nacen’ sin género«.
Para construir el prototipo, el equipo creativo trabajó con Anna Jørgensen, una lingüista de la Universidad de Copenhage que investigó los parámetros que definen que una voz sea binaria (ni masculina, ni femenina).
«Trabajamos con Anna en aplicar la teoría correcta detrás de la voz«, dijo el creativo.
«Estereotipos del pasado»
Descubrieron que tendrían que establecer una frecuencia situada entre una típica voz masculina (tan grave como 85 Hz) y una femenina (tan aguda como 255 Hz). La medida ideal para que fuera percibida como una voz «sin género» resultó ser entre 145 y 175 Hz.
También había que tener en cuenta la pronunciación de las vocales y de ciertas consonantes, así como el ritmo.
Los creadores de Q le preguntaron a un grupo de gente qué les decía su voz: «Un 50% la percibió sin género, el 26% como masculina y el 24% como femenina, lo cual se traduce en una división bastante equitativa«, explicó Asmussen.
«Como humanos, siempre buscamos otorgarle un género a las voces. Crear una voz que fuera percibida de genero neutro al 100% nunca iba a suceder».
Asmussen -quien es graduado en lenguas, medios y comunicación- dice que eso ocurre porque «tenemos estereotipos de género del pasado», que suelen aplicar las empresas a la hora de decidir qué voz usar para un determinado producto.
«Probablemente, mucha gente volverá a esos estereotipos, en lugar de mirar hacia el futuro y decir: ‘¿y si implementamos una tercera opción? ¿y si cambiamos las cosas?‘».
«La tecnología, que se supone que debe servir para el progreso de la humanidad y mirar al futuro, está muy anclada en esas viejas normas de género».
Fuente: BBC