
La vida de Jesucristo visualizada en el plano social, es un visionario y revolucionario para su época, su concepción filosófica, política, social y económica, estaba fuera de serie; no tenía donde recostar su cabeza, pero era dueño de todo, por eso dijo: “Id a la aldea, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá”. En otro momento necesitaba un salón para celebrar la pascua, y dijo: “Id a la ciudad, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparado para nosotros allí”. Este concepto de vida, era desconocido e impropio para un judío: “dueño de todo, sin posesión de bienes todos; pero con el poder de usarlo todo.
Las señales que Jesucristo hacía en Palestina, estaban acorde con la propuesta del lanzamiento de su campaña Evangelística: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor”. Su discurso de campaña se hizo realidad social, donde los paralíticos andan, los ciegos ven, los leprosos son limpiados, los endemoniados son liberados; los publicanos son convertidos, ladrones y rameras son cambiados, rabinos nacen de nuevo, y los niños son bendecidos. Y como dice el Evangelista Lucas: “Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos”.
Por primera vez, en la historia de la humanidad, se hizo realidad el Verbo hecho carne; no solo en cuerpo, sino en palabra viva, esperanzadora y certeza plena; “Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas”, “solamente di la palabra y mi siervo sanará”. Los oyentes de sus mensajes, les seguían fielmente para oírlo: “porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”. Lo más revelador de su poderosa voz es: “Los hombres se maravillaron, y decían: “¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar le obedecen?” Penoso es ver discípulos de ayer y hoy que se autoproclaman seguidores de Jesús, pero creen que el Evangelio es letra muerta; pero en otras parcelas teológicas, aun no vociferando: ¡tulip! ¡Westminster! ¡griego! creen de todo corazón, que la Biblia es la palabra de Dios, que nos habla hoy; por eso, esos ¡Aleluyas! ¡Gloria a Dios! ¡Amen! Creen y disfrutan de todas las gracias derramadas en la Iglesia de hoy.
Ante esta realidad, Jesús como mesías, removió los cimientos sociales de la época; por eso, políticos, religiosos, filósofos y revolucionarios, que eran enemigos entre sí, se unieron contra Jesús, porque el Mesías era diferente, recto, verdadero, santo, justo y amoroso. Por eso dice la Biblia: “los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle por engaño y matarle. Entonces se reunió el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación”.
¿Por qué el Sanedrín, Pilato, Herodes tramaron silenciar a Jesús?
Porque Jesús es la Verdad. No habla mentira, no se arrima, ni se asocia con los que diseñan las falsas noticias, para desmoralizar, destronar vidas, dar golpes de Estados, manipular elecciones, influir en las sociedades para dar apoyo a los proyectos pro Gay y abortos para satanizar a los gobernantes, que no se hincan a los Imperios, y así levantarles falsos positivos, y después ahorcarlos.
Jesús nunca hizo causa común con los mentirosos en esta época, Jesús no creyera en las noticias maniatadas por los periódicos de la Banca; tampoco en las cadenas de televisión y radios, de inversionistas capitalistas salvajes, chupas sangres y llenos de avaricias, mucho menos leyera pasquines de la ultraderecha “cristiana” del Vaticano, de la teología de la Liberación; los diarios subvencionados por el comunismo y socialismo vestidos de puritanismos y filantropías tampoco creyera en los twitter de Trump, la tinta venenosa de George Soros, en los sectarios evangélicos, que con su Fake news invaden como cucarachas los medios. Y sin dudas, Jesucristo no oyera, leyera, ni creyera a Christian Broadcasting Network (CBN) del magnate cristiano Pat Robertson; uno de los magos de la manipulación teológica religiosa, que embruja las mentes ingenuas del cristianismo.
En este Martes de semana santa, Jesucristo ha de vomitar de su boca, a religiosos que se llaman “cristianos”, pero son sepulcros abiertos del Sanedrín; los cuales aman a los mentirosos, creen las mentiras, y sin ningún reparo y temor la publican; Jesucristo en esta semana mayor, desnuda y condena al Sanedrín político, que como gangrena pecaminosa está devastando las sociedades de esta época, con sus infernales y diabólicas mentiras.
Rolando Diaz
