
Dios instituyó el matrimonio. Es por esta razón que en la Biblia encontramos las pautas que deberían guiar a las parejas. Entre las muchas cosas que se dice de una relación marital y el amor, en las Sagradas Escrituras encontramos los siguientes principios:
El matrimonio es la unión de un varón y una mujer
«Los creó hombre y mujer, y los bendijo.» Génesis 5:2 (RVC)
«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.» Génesis 2:24 (RVR1960)
Dios creó a Eva como una ayuda idónea para Adán (Génesis 2:20); ambos eran de la misma especie, pero al mismo tiempo eran completamente diferentes. Dios los hizo así con el propósito de complementarse, pues la unión marital es más que una unión sexual: es espiritual. Y así como Dios creó a Eva específicamente para Adán, también tiene a una persona especial para cada persona. Cuando seguimos Su plan y nos unimos con la pareja que Él designó, Dios bendice y prospera la familia.
El matrimonio es un ejemplo de la relación entre Jesús y la iglesia
«Ustedes, las casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor; porque el esposo es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así como la iglesia honra a Cristo, así también las casadas deben honrar a sus esposos en todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla. Él la purificó en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni arruga ni nada semejante. Así también los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como lo hace Cristo con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.» Efesios 5:22-30 (RVC)
En la Biblia encontramos que Dios asignó roles específicos para el varón y la mujer dentro del matrimonio. Y estas funciones son una muestra de cómo Jesús ama a Su iglesia. No se trata de una jerarquía o una competencia para ver quién tiene mayor autoridad, sino una relación de respeto y amor mutuo. Además, si Jesús nos insta a amar a todos sin excepción (Mateo 5:43-48; Lucas 6:27-36); ¡cuánto más a la persona que Él eligió como nuestros cónyuges!
El matrimonio es honroso
«Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; porque Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros.» Hebreos 13:4 (RVA-2015)
Es cierto que en algunas culturas la poligamia era una práctica común y aceptada. No obstante, Jesús dijo que el plan de Dios desde el principio era la monogamia (Mateo 19:8). Debido a que el matrimonio es un ejemplo de la relación entre Jesús y la iglesia, y Él es fiel en todo momento (Deuteronomio 7:9), las parejas casadas deben tratar al matrimonio con honra y se deben fidelidad hasta que la muerte los separe.
El matrimonio es para siempre
«Le preguntaron: “Entonces, ¿por qué Moisés mandó darle a la esposa un certificado de divorcio y despedirla?” Él les respondió: “Moisés les permitió hacerlo porque ustedes tienen muy duro el corazón, pero al principio no fue así. Y yo les digo que, salvo por causa de fornicación, cualquiera que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio. Y el que se casa con la divorciada, también comete adulterio.”» Mateo 19:4-9 (RVC)
El matrimonio es más que un simple documento legal. La Biblia enseña que es una unión física y espiritual. Por lo tanto, no es un compromiso que puede tomarse a la ligera. No es una cuestión de sentimientos pasajeros o emociones del momento, sino una decisión para toda la vida. Hay muchos factores que pueden causar problemas en una relación, pero cuando ambas personas han hecho ese compromiso y tienen a Dios como el centro de su matrimonio, entonces todo lo que hagan prosperará.
Fuente: cvclavoz