EE.UU.- El Templo Satánico, un grupo de satanistas conocidos en los EE.UU., lanzó una cruzada a favor del aborto nacional y anunció que presentará una demanda contra una ley que obliga a las mujeres a esperar 72 horas antes de un aborto.
En los Estados Unidos, el aborto es legal desde la década de 1970, pero recientemente algunos estados han creado leyes que “obstaculizan” el acceso al aborto. La red de clínicas de aborto Planned Parenthood se enfrentan a una ola de incredulidad después de la revelación de que ella vende partes de fetos.
El tema ha sido debatido incluso en las campañas a la presidencia del país. Los miembros del Templo Satánico dicen ser ateos, pero quieren el reconocimiento de su movimiento como una religión igual a todos las demás. En abril, ellos invadieron una protesta pro-vida usando máscaras de bebés y con ropa procedentes de una tienda sex shop.
Para los satanistas, los cristianos no tienen derecho a oponerse a lo que ellos llaman “servicio” para mujeres que son dueñas de sus propios cuerpos. Su promulgación fue una crítica a lo que ellos llaman “idolatría del feto”.
La semana pasada, comenzó su cruzada a favor del aborto en Cleveland, Ohio.
Frente a un grupo de activistas cristianos pro-vida, ellos gritaban consignas como “Mi cuerpo, mis reglas” y “ni la iglesia ni el estado, quien decide son las propias mujeres”.
Activamente envueltos en cuestiones políticas, tales como la campaña electoral de este año, la idea del Templo Satánico es ayudar a Planned Parenthood en el rango de combatir a la “derecha religiosa”.
En segundo lugar, fue divulgado por ellos que el aborto sea una “expresión religiosa”. Afirman que el satanismo, sobre todo, es defender el derecho de las personas a hacer lo que quieran, sin tener en cuenta cualquier hombre o dios.
En diversas ocasiones ellos han hecho, protestas ridiculizando los símbolos y rituales cristianos, como el bautismo con leche, acompañados de invocaciones a Satanás. El argumento utilizado es que tienen los mismos derechos que otros grupos religiosos para expresar públicamente sus creencias, aunque pueda parecer ofensivo para otros.