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Juez ordenó suspender la oración y darse abrazo fraterno al inicio de las actividades del concejo

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CARTAGENA, COLOMBIA– El juez décimo primero administrativo oral, Alejandro Bonilla Aldana, ordenó suspender la oración en el orden del día de las sesiones plenarias del cabildo municipal de Cartagena y en los actos de las entidades públicas.

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El fallo proferido por el juez Bonilla Aldana, que tumba el artículo 1 del Acuerdo 005 de 2007 del Concejo Distrital, resuelve: «Decretar la suspensión provisional de los artículos primero y segundo y de la expresión religiosa de todas las denominaciones cristianas existentes en la ciudad, y de los artículos tercero y quinto del mismo acuerdo».

El artículo uno establecía como orientación fundamental para la recuperación de los principios religiosos en la ciudad de Cartagena, la práctica de la oración y el abrazo fraterno al inicio de todas las actividades diarias en las entidades del Gobierno local, empresas públicas y privadas, instituciones educativas, comandos y estaciones de policía, batallones militares, batallones y juntas directivas de empresas, centros comerciales, emisoras, estaciones de taxis, organizaciones gremiales, asociaciones y en familia».

La decisión del juez Bonilla Aldana es una respuesta a una demanda elevada por el ciudadano cartagenero Miguel Ángel Garcés contra el Distrito, en la cual exige respeto por la libertad de cultos.

En abril del año 2013, por votación mayoritaria, el Concejo había tumbado una primera iniciativa que era apoyada por siete concejales y que por medio de un acuerdo pretendía eliminar la oración antes del inicio de sus sesiones.

La decisión del juez primero administrativo tumba el artículo primero que reza «Establézcase como orientación fundamental para la recuperación de los principios religiosos en la ciudad, la práctica de la oración al inicio de todas las actividades diarias en las entidades de Gobierno local», entre ellas el Concejo.

La orden del juez también prohíbe «darse un abrazo fraterno al inicio de las actividades»; no solo lo prohíbe en el Concejo, además en «empresas públicas y privadas, instituciones educativas, comandos y estaciones de Policía, batallones militares, asambleas y juntas directivas de empresas, centros comerciales y emisoras de taxis, organizaciones gremiales, asociaciones y en familia».

“…La expedición de un acto de carácter general no puede ser no puede ser un asunto de estado, en este caso representado por el Concejo Distrital de Cartagena de Indias, pues esto implica una extralimitación en el ejercicio de sus funciones en tanto interfiere con las creencias individuales, íntimas y particulares de cada persona, con mayor gravedad en tanto pretende su aplicación en colegios e instituciones educativas en donde se afectaría a menores de edad», suma en uno de sus apartes el fallo.

“La costumbre de la oración no puede tenerse como elemento cultural generalizado de forma que puedan las autoridades locales de carácter civil imponer su ejercicio de manera obligatoria, desconociendo la libertad de creencias y efectivamente creando escenarios en donde se revelen o generen molestias tales como actividad en establecimientos públicos o abiertos al público”, agrega el fallo.

Concejales responden

Pese a que el cabildo manifiesta que no ha sido notificado del fallo judicial y, luego de conocer la noticia, por primera vez los concejales no comenzaron la sesión del día con una oración, a cambio hicieron un minuto de reflexión.

La concejal Duvinia Torres, encargada de realizar la oración al comenzar el día en el Concejo Distrital, lamenta la decisión del juez y asegura que la ciudad atraviesa una situación difícil de violencia y desesperanza.

«Cuando ese acuerdo se hizo en la ciudad de Cartagena, acuerdo 07 del 2014, se dieron cuenta que es para mejorar las relaciones y que es poder tener la posibilidad de comunicarnos y poner todas las actividades que hacemos en las manos del señor, la invitación es que sigamos en oración, hay que rescatar los valores hay que lograr una mejor convivencia y sé que lo podemos lograr si un pueblo como Cartagena y Colombia se levanta en oración, estábamos en sequía y hubo un direccionamiento a que oráramos para que esa sequía y esos racionamientos a los que íbamos a entrar cambiaran, y el señor abrió la ventana de los cielos derramó su lluvia», comenta la concejal.

«Desde el concejo se propuso un minuto de reflexión, cada uno va a comunicarse con ese creador y esperamos apelar juntos la decisión del juez, no conocemos en su conjunto la denuncia, el contenido solamente lo que los medios nos comunican hoy entonces esperamos conocer profundamente todo ese análisis que hizo el juez para poder tener y los argumentos que puedan impugnar esta decisión, y lo otro es una movilización ciudadana, convocar a la oración y el ayuno para que toque el corazón del juez y echar hacia atrás esta decisión que le va a hacer mucho daño a las familias cartageneras», señaló la cabildante.

Por su parte, el concejal Rafael Meza Pérez indicó que “en ningún lugar de trabajo se puede obligar a nadie a orar, soy creyente en Dios, respeto los designios de Dios, pero yo particularmente consideraba que con esta oración a mí me estaban obligando a orar en el concejo».

«Yo puedo orar en mi casa, con mi familia, con mis amigos, todos los días doy gracias a dios por el amanecer y el anochecer, pero como abogado que soy pienso que el juez y el demandante actuaron en derecho, y a partir que sea notificado el presidente no se puede hacer más la oración en la corporación ya que es un mandato judicial y toca acatar el mismo”, concluyó Meza Pérez.