SANTO DOMINGO– Hoy en día, en los ríos de la República Dominicana es visible la proliferación de una cantidad significativa de algas, trayendo posteriormente su desaparición y de la biodiversidad que habita en ellos, en grandes cantidades.
El alga es el agente causal de la disminución del oxígeno disponible en el agua debido a que, al descomponerse, una gran cantidad de ellas atraen un número significativo de bacterias que se alimenta de algas descompuestas, y consume todo el oxígeno disponible en el agua, causando de esta manera la muerte de los peces por la falta de oxígeno y la alteración del Ph, que es el coeficiente que indica el grado de acidez o basicidad de una solución acuosa, rompiendo de esta manera la homeostasis del ecosistema.
La actividad humana es el principal agente responsable de este mal, en la actualidad debido a la pobreza y falta de políticas responsables para la preservación del medio ambiente muchas personas residen por todos los cauces de los ríos de nuestro país, sus actividades impactan directamente en los ríos, como es el caso de la utilización de detergente en nuestros hogares para la limpieza de nuestra ropa que contiene una gran cantidad de fosfatos que se les añaden para contrarrestar la dureza del agua y maximizar la eficacia de la limpieza.
Pero al final de su utilización son vertidos directamente a nuestros ríos de forma indiscriminada, contribuyendo a la proliferación de algas, ya que los compuestos del fósforo son elementos importante para las funciones vitales de las algas y con tanta abundancia de nutrientes se reproducen y se multiplican en forma desmesurada lo que se le ha asignado el nombre de “eutrofización”.
Este mal no solo afecta los ríos de nuestro país, sino los de todo el mundo, ya los países de la Unión Europea (UE) han tomado pasos importantes sobre el tema, en junio de 2013 el congreso llegó a un acuerdo para limitar la cantidad de fosfatos y otros compuestos de fósforo que incluyen los detergentes domésticos para la ropa y los lavaplatos a un 0,5 % en peso para el contenido de fósforo de los detergentes domésticos para ropa, con el fin de disminuir el impacto que tienen estos compuestos sobre el ambiente.