Por. Dary Hilario / Para Evidencias
Santo Domingo– Las congregaciones evangélicas se han convertido en terreno fértil para los políticos que quieren cultivar sus aspiraciones llevando un mensaje populista al púlpito de las mismas.
En su afán de establecer “el reino” se ha levantado una nueva generación de hombres y mujeres que se desligan de la antigua creencia de que los evangélicos no deben participar en política.
Tales prácticas eran impensables en otros tiempos, pero ahora que los pastores y líderes de las congregaciones han incursionado en la política es parte de la realidad, aunque muchos cristianos se niegan a aceptarlo por considerar que es inapropiado para los que profesan la fe.
A través de opiniones personales, páginas webs y otros medios hemos podido contactar el parecer de quienes no aceptan la política dentro de la iglesia porque esto enfrascaría al pueblo cristiano en una lucha ideológica que podría dividir más a las iglesias.
Hay quienes van más lejos, al considerar que los que buscan cargos de elección popular están alineados con las doctrinas del “reino ahora” que consiste en que los cristianos “conquisten” las naciones, las gobiernen y “ensanchen” el reino de Dios dominando todo, “entonces vendrá Cristo por segunda vez a sentarse en el trono que ellos le hayan preparado”.
En tal sentido se han expresado los más influyentes pastores y líderes dominicanos quienes consideran que es el momento de que la iglesia gobierne desde las diferentes esferas del estado.
Uno de ellos es el pastor Ezequiel Molina Rosario quien desde el escenario de la Concentración Evangélica Nacional, el primero de enero del 2015, hizo un llamado a los creyentes para que estos incursionen en la política a fin de combatir la corrupción.
El llamado del pastor Molina ha servido de inspiración a muchos y ha refirmado la carrera que habían iniciado otros, tomando como suyas las palabras expresadas por el pastor, en el sentido de que el país necesita un “Congreso con más temor de Dios”, para evitar la aprobación de “leyes aberrantes, profanas y contrarías a la moral y a la decencia”.
Otro que ha emitido su opinión acerca de la política dominicana es el presidente de la confederación Dominicana de Unidad Evangélica (CODUE), Fidel Lorenzo Merán, quien a través de sus escritos en el portal acento.com.do ha expresado que con frecuencia le preguntan si es preferible un candidato político de perfil religioso en las circunstancias actuales a lo que él responde que prefiere que los líderes evangélicos, continúen con su labor pastoral, pero aquellos que han sentido incursionar en una carrera política pueden hacerlo.
Fidel Lorenzo, asegura que las personas más llamadas a saber las necesidades de sus comunidades son los líderes evangélicos que cada día orientan a hombres y mujeres en principios y valores a través de la Biblia.
En tanto el pastor Carlos Peña, ex diputado y comentarista de radio y televisión dice que en su caso él se ha cuidado mucho de hablar de política dentro de la iglesia, a pesar de ser miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), nunca ha hablado de política en la iglesia y desde el púlpito, porque tiene muy claro que la iglesia no debe votar por un candidato simplemente porque este dice ser cristiano. Asegura que eso no está escrito en la biblia.
Considera que un cristiano debe estar seguro de estar haciendo la voluntad de Dios, porque sin la presencia del Espíritu Santo esa persona cristiana en la política, podría echar a perder su vida pública y espiritual. Fuente: www.evidenciasdigital.com