Sato Domingo– En un segmento de televisión llamado “¿Cuál es Pregunta?, el cual producido por la Iglesia Bautista Internacional de Santo Domingo, República Dominicana, el pastor Miguel Núñez respondió a una pregunta “ ¿Qué pasa con los niños que mueren recién nacidos o los abortados? ¿Van al cielo?
“La realidad es que la mayoría de los teólogos entienden que los niños que son abortados, los niños que mueren a una edad muy joven que ellos van al cielo porque murieron antes de alcanzar la edad de responsabilidad personal, yo no tengo esa opinión, respeto la opinión de algunos de esos teólogos que admiro, pero creo que la palabra es clara para mí en Efesios 1 que la elección de una persona a salvación ocurre antes de la fundación del mundo y si ocurre antes de la fundación del mundo la salvación o no de esa persona, no tiene nada que ver con la edad a la que esa persona muere, sino que Dios soberanamente y por razones que nosotros no hemos conocido en una eternidad anterior, pero con conocimiento de la historia de todo el hombre, ha hecho una elección para salvación de esa persona no importa si muere a la edad de cinco años o si muerte a la edad de cuarenta años y esa es la razón por la que yo creo en que realidad solamente Dios conoce cuál es del destino final de un niño que ha muerto de esa manera, expresa Nuñez…”.
El pastor Miguel Nuñez tiene una maestría en Teología del Southern Baptist School for Biblical Studies y su posición se basa en Efesios 1 donde se extrae la famosa doctrina de la predestinación. Según GotQuestionsdice que “la objeción más común hecha a la doctrina de la predestinación es que es injusta. ¿Por qué Dios escogería a ciertos individuos y a otros no? El punto más importante que debemos recordar es que ninguno de nosotros merecemos ser salvados, porque todos hemos pecado (Romanos 3:23) y todos merecemos el castigo eterno (Romanos 6:23)”.
No entramos en detalle sobre cuestiones doctrinales porque nuestro objetivos es solo informar, pero si citamos un poco sobre este tema para darle una idea sobre lo que estaba hablando el pastor Núñez,