BAVARO, La Altagracia– Pascual Borrell pastor de la congregación “Ciudad de Dios para las Naciones”, en Bávaro, llamó a las iglesias evangélicas a trabajar más allá de lo espiritual, dijo que es necesario que la iglesia mire hacia afuera y trabaje con las necesidades sociales.
Explicó que desde 1999 cuando recibió el llamado a pastorear, sintió la necesidad de trabajar en la parte social, Dios le mostró una iglesia para suplir las necesidades de la comunidad.
Nos cuenta que en 1997 se convirtió al evangelio y en el 1999 se trasladó a Higuey, donde recibió el llamado al pastorado, junto a su esposa regreso a Bávaro, en el año 2005.
Explica que al llegar allí notaron que la educación era muy escasa, por lo que se involucraron en la enseñanza, en el sector “Mata Mosquito”, de ahí surgió lo que hoy se conoce como el colegio “Segunda Milla”.
Recuerda que recorrió todo Verón, Bávaro y Punta Cana, buscando la carpa que Dios le había mostrado, donde establecería la congregación que iba a pastorear, hasta que el Señor le reveló que la iglesia estaba en su propia casa.
Entonces, comenzó a llevar cultos familiares por los diferentes hogares y los domingos se reunían todos en su casa, su madre fue la primera en convertirse durante la celebración de dichos cultos.
Luego su hermano le prestó un solar donde instalaron una pequeña carpa para 30 o 40 personas, en el primer culto sólo estaban los miembros de su familia, en el segundo acudieron alrededor de 30 personas, en seis meses ya había 100 miembros, situación que los obligó a buscar un nuevo lugar donde mudarse.
El local donde funciona actualmente la congregación, Ciudad de Dios para las Naciones, era el antiguo helipuerto de Bávaro que en ese entonces costaba medio millón de dólares, los propietarios les permitieron instalarse en el lugar sin haber concluido el pago, finalmente con las siembras de los miembros y un préstamo bancario adquirieron el local.
El pastor explicó que la iglesia que pastorea cuenta con un departamento de ayuda comunitaria, donde brindan asistencia a zonas como el Basurero de Macao, donde llevan comidas, medicinas y operativos, además cuentan con la fundación Casa de Esperanza, un hogar para niñas en situaciones de riesgo desde los tres hasta los 13 o 14 años, con cuidados personales y asistencia psicológica.
Destacó que la iglesia también entrega tickets a familias de escasos recursos, para ir a comprar al supermercado productos de primera necesidad.
Dijo que tienen un grupo de la congregación para visitar los hogares, todos los jueves, estos se dedican a enseñar la palabra de Dios y los valores familiares.
Los niños reciben clases de canto, música y danza.
El pastor Borrel, informó que en el colegio Segunda Milla, imparte educación primaria y secundaria a casi 800 estudiantes, los de la mañana cooperan económicamente, para que los de la tarde reciban la misma educación. Además les reparten merienda a 150 niños de escasos recursos.
Destacó que el centro educativo ha ganado el primer lugar en varias premiaciones deportivas.
El colegio trabaja en conexión con INFOTEP impartiendo clases de electricidad, costura, informática, camarería, plomería y relaciones públicas, cursos prácticos para preparar el personal que va a trabajar en los hoteles.
El pastor explicó que para brindar todo este tipo de ayuda social a las comunidades, cuentan con donaciones extranjeras, la colaboración de los dueños de hoteles y otras instituciones.
